La Fiscalía General del Estado investiga una red de organizadores de peleas de perros pitbull en el clandestinaje que operaba en Ciudad Juárez como el trasfondo de la masacre de una familia en esa frontera, ya que Édgar Uriel Luján le habría rentado a Máximo Martín Romero Sánchez un ejemplar para monta de una perra de la misma raza, de allí se habrían generado los mil 500 pesos de deuda que no había cubierto Romero Sánchez.
Por los montos de las apuestas, hasta el momento no existen líneas de información que permitan establecer un vínculo con cárteles o grupos de delincuencia organizada superiores, ya que incluso los participantes, en su mayoría trabajadores de maquiladoras, tienen ingresos económicos mínimos.
Lo anterior se desprende de las investigaciones realizadas en las cuales se asienta que el móvil de los hechos fue por una deuda económica de mil quinientos pesos que una de las víctimas, a quien se identificó como Máximo Martín Romero Sánchez, tenía con uno de sus victimarios.
Dicha deuda fue contraída por la víctima con uno de sus atacantes aproximadamente dos meses atrás por el alquiler de un perro pitbull blue que cruzó con su perra de la misma raza.
En las indagatorias realizadas se tuvo conocimiento que los dos prófugos de la justicia, quienes eran vecinos de las víctimas y dueños del can, seis semanas atrás empezaron a hostigar a Máximo Martín Romero Sánchez, ya que a menudo acudían a su vivienda a cobrarle el dinero y la respuesta de Romero Sánchez era que no tenía dinero.
A inicios del presente mes los dos sustraídos de la acción de justicia acudieron a casa de su víctima en compañía de cuatro sujetos de aspecto cholo y amenazaron a Máximo Martín Romero Sánchez, a quien le fijaron un plazo para que pagara dicha deuda.
Aproximadamente a las 10:00 horas del sábado 17 de noviembre, los dos prófugos en compañía de Jesús Daniel Mendoza Hernández y Edgar Uriel Luján Guevara acudieron a la casa de la víctima para exigirle el dinero a bordo de una camioneta de la línea Astro, color café, de modelo antiguo, descendiendo de la unidad los dos prófugos de la justicia y quedándose los acompañantes al interior del vehículo.
Los dos primeros fueron recibidos por Máximo Martín Romero Sánchez, ingresando uno de ellos al interior de la vivienda -sala- y el otro se quedó en el patio del inmueble.
Al ver esta acción, los demás integrantes de la familia se alojaron en una de las recámaras.
Después de la exigencia económica, empezó la discusión y el dueño del animal tomó un cuchillo de la cocina y comenzó a agredir con el mismo a Máximo Martín Romero Sánchez, al escuchar los gritos inmediatamente los demás acompañantes del agresor entraron a la vivienda y sometieron a la familia que se encontraba en la recámara.
Posteriormente los ataron y amordazaron con un hilo y cinta plástica transparente que localizaron en la vivienda, y como tres de los agresores eran conocidos por la familia, decidieron privarles de la existencia por temor a ser denunciados.
Cabe señalar que los cuatro involucrados en el múltiple homicidio se dedican a la pelea clandestina de perros.
Al practicarle diversas diligencias periciales a los hoy detenidos, se les localizó rastro hemático en sus prendas que corresponde a las víctimas; asimismo, en presencia de sus defensores, aceptaron y reconocieron su participación en los hechos.
Fuente: El Heraldo de Chihuahua.
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