El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva debe seguir en prisión, dispuso el domingo el presidente del Tribunal Federal Regional Cuarto (TRF-4) de Brasil, el juez Carlos Eduardo Thompson Flores, en un intento por cerrar una disputa legal sobre su posible liberación.
Flores hizo lugar al pedido de un fiscal que buscaba terminar la incertidumbre legal creada por una orden de otro juez previamente en el día, que liberaba a Lula para que pudiera hacer campaña antes de las elecciones presidenciales de octubre.
Flores alega que a la precandidatura de Lula no es hecho nuevo, como argumento de defensa del juez Rogério Favreto.
Previamente, el juez Rogério Favreto había ordenado por segunda vez la liberación del expresidente de Brasil con un plazo de una hora, tercera orden federal publicada este domingo.
El magistrado afirmó que su decisión no desafiaba determinaciones anteriores del Tribunal Federal Regional Cuarto (TRF-4) o cualquier otra instancia superior.
«Mucho menos decisión del magistrado de la 13 Sala Federal de Curitiba», que no tiene competencia jurisdiccional en el recurso en juicio.
Favreto había concedido la libertad a Lula esta mañana , la cual fue revocada por el juez John Gebran Neto, relator de los procesos de Lava Jato en la octava Cámara de la TRF-4.
Previamente, el juez Joao Gebran Neto había ordenado mantener en la cárcel al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, anulando la primera decisión judicial.
Horas antes, Favreto había ordenado dejar en libertad a Lula y surgió un impasse cuando la otra instancia le pidió a la policía no acatar la orden.
Fue entonces que Gebran Neto intervino.
Lula entró a la cárcel en abril, sentenciado en un caso de corrupción. El expresidente niega haber hecho nada ilegal y su defensa argumenta que el líder del PT -que a comienzos del año reunía la mayor intención de voto para las elecciones presidenciales de octubre- se encuentra indebidamente detenido y también que, por tratarse de un precandidato a la presidencia, hay serios riesgos de cercenar sus derechos políticos frente al proceso electoral en curso.
Lula, que lidera los sondeos para la elección presidencial de octubre en Brasil, está preso desde abril en la sede de la Policía Federal en Curitiba cumpliendo una pena de 12 años y un mes de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero en el caso relacionado con un tríplex en Guarujá.
Fuente: Bloomberg