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Resto del mundo

Presidente de Sudáfrica anuncia su dimisión inmediata

El presidente sudafricano, Jacob Zuma, anunció su dimisión inmediata este miércoles, después de que su partido, el Congreso Nacional Africano (CNA) lo amenazara con destituirlo con una moción de censura.

Zuma, debilitado por un escándalo de desvío de fondos públicos, anunció en un discurso televisado a la nación que había llegado «a la decisión de dimitir como presidente de la República a efectos inmediatos, aunque estoy en desacuerdo con la dirección de mi organización».

Con el país pendiente de que Zuma aclarara su futuro, la policía allanó el miércoles en la mañana la casa en Johannesburgo de la polémica familia Gupta, en el centro de los escándalos que involucran al presidente.

El operativo se realizó en el marco de las investigaciones sobre el supuesto tráfico de influencias y desvío de fondos públicos de un grupo de empresarios muy cercanos al presidente Zuma.

Después de varias semanas de fallidas negociaciones con Zuma, que hundieron al país en una importante crisis política, la dirección del ANC decidió el martes exigirle que deje el poder lo antes posible.

El Comité Ejecutivo del partido oficialista (NEC) «decidió (…) sacar al compañero Jacob Zuma», anunció el secretario general del partido Ace Magashule, horas después de una reunión maratónica que reflejó las divisiones al interior del ANC.

Cyril Ramaphosa, que asumió en diciembre el liderazgo del ANC, buscaba la salida de Zuma, salpicado en varios casos de corrupción, con el fin de evitar una catástrofe electoral en las elecciones generales de 2019.

En principio, el mandatario sudafricano no tenía ninguna obligación constitucional de respetar la decisión del NEC. Pero, al negarse a acatar la orden de su partido, la ANC podía presentar una moción de censura ante el Parlamento.

Resto del mundo

Cofece multa a Walmart por prácticas monopólicas: la batalla legal apenas comienza

La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) asestó un golpe histórico al multar a Walmart de México con 93.4 millones de pesos tras concluir una investigación que se extendió por más de cuatro años. La razón: prácticas monopólicas relativas, particularmente en el trato con sus distribuidores.

Según el dictamen de la Cofece, Walmart aprovechó su posición dominante en el mercado para imponer condiciones desfavorables a los proveedores, afectando la competencia en el sector. Aunque no se han revelado todos los detalles de las “contribuciones” impuestas a los distribuidores, el veredicto destaca cómo estas prácticas distorsionan el acceso al mercado y perjudican a competidores más pequeños.

En respuesta, Walmart no tardó en reaccionar. La empresa anunció que impugnará la decisión y enfatizó su compromiso con el cumplimiento de las leyes mexicanas. En su comunicación oficial, destacó que la sanción carece de fundamento y que está basada en interpretaciones erróneas. Este movimiento era predecible: para una empresa de este tamaño, 93 millones de pesos no solo representan una cifra considerable, sino también una amenaza a su reputación.

Por otro lado, la Cofece también se juega mucho. Este caso es una muestra clara de su intención de reforzar la vigilancia sobre los gigantes corporativos. Sin embargo, una batalla legal prolongada podría poner a prueba su capacidad de defender sus resoluciones en tribunales.

Más allá de la multa, el caso de Walmart pone el reflector sobre una problemática común en el comercio minorista: el desbalance de poder entre grandes cadenas y pequeños distribuidores. Si bien el desenlace de este litigio aún está por definirse, el mensaje es claro: los días de actuar sin consecuencias podrían estar contados. La industria y los consumidores estarán atentos a cada movimiento en esta batalla judicial.

 

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