Cinco reclusos más se habrían fugado junto con Joaquín El Chapo Guzmán, según fuentes policiacas que solicitaron el anonimato.
De acuerdo con las mismas fuentes, los cinco internos fungían como escoltas del capo sinaloense y entraron a la zona de regaderas con él el día en que huyó.
La información, aseguraron, se mantiene hasta ahora bajo reserva por las autoridades federales.
Los informantes, que también participaron en las labores de búsqueda en el túnel por el que se escabulló El Chapo, aseguraron también que no resulta claro si existe una conexión entre el boquete edificado para la huida y los ductos del Sistema Cutzamala. Lo que sí tienen claro es que la estructura con salida al inmueble del predio de Santa Juana cuenta con algunas ramificaciones.
Por otro lado, las autoridades del ayuntamiento de Almoloya de Juárez desconocían la existencia de la obra en construcción que sirvió de fachada para la evasión del capo sinaloense. El presidente municipal Vicente Estrada Iniestra confirmó que la edificación carecía de permiso de construcción.
El lote fue adquirido en 1989 por una persona de nombre Calixto Estrada Castillo. La compra fue protocolizada por el notario público Gabriel Escobar I. Ezeta, según consta en la escritura 26298 del 15 de junio de ese año, con clave 1021200351, y conforme a la cual sigue siendo el legal propietario del inmueble.
Sin embargo, el alcalde reitera que el dueño no tramitó ningún permiso para construir, por lo que la obra se realizó de manera ilegal.
El funcionario municipal se lavó las manos al asegurar que no procedió a clausurarla porque desconocía que estuviera en obra.
Desde ayer, unos mil 500 policías estatales y federales andan en busca de los albañiles que participaron en la construcción del inmueble en cuyo interior se encontró el túnel por el que escapó El Chapo.
Los vecinos del municipio y de Santa Juanita tienen miedo de proporcionar detalles.
No obstante, los elementos policiacos confiaron a esta reportera que el principal albañil de la construcción es oriundo de Oaxaca, y que hace alrededor de 15 días regresó a su entidad de origen.
También indicaron que el responsable del inmueble tiene unos 60 años de edad, que contaba con una camioneta de carga cerrada con capacidad para tres toneladas, y que dicho vehículo se habría empleado para sacar la tierra y para introducir maquinaria, ingenieros y trabajadores.
A los albañiles, indican, “se los tragó la tierra”, y si acaso son parte de la comunidad, destacan, difícilmente hablarán por temor.
Tomado de: Proceso.com.mx