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Salud y Bienestar

¿Cómo prevenir la pérdida de memoria?

La pérdida de memoria esta generalmente asociada a la edad y con los años aumenta la posibilidad de sufrir demencia senil. Muchos olvidos son considerados como parte del envejecimiento normal, sin embargo, no siempre es así.

El envejecimiento cerebral puede prevenirse mediante la estimulación de la memoria. La falta de vitaminas del complejo B, el hipotiroidismo y el uso de ciertos medicamentos, como las benzodiacepinas- diacepam, clonacepam, alprazolam-, pueden alterar la memoria, generando problemas irreversibles; por el contrario, una alimentación saludable y balanceada podría remediar esta situación, ya que aporta nutrimentos valiosos.

La licenciada Beatriz Núñez, coordinadora de Enfermería de Salud Pública del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Chihuahua,
indicó que existen múltiples causas para que la memoria se afecte, y a causa del desconocimiento o miedo, los pacientes no acuden con el médico para recibir un diagnóstico oportuno.

Ante esta situación, la funcionaria explicó que el Instituto cuenta con Programas Integrados de Salud –PrevenIMSS- a favor de los adultos mayores de 60 años, a través de los cuales se orienta a los adultos mayores para que identifiquen y pongan en práctica aquellas recomendaciones que le ayuden a conservar y entrenar su memoria, a fin de prevenir o retardar el envejecimiento cerebral.

“La memoria es un sistema funcional completo y activo, determinado por el tiempo, que tiene diversos niveles en su organización, desde la impresión de los sucesos y experiencias, hasta la retención y reproducción de las huellas amnésicas de tales hechos”.

Por lo tanto, Núñez recalcó que la memoria es ejercitable al igual que cualquier otro músculo, mediante la estimulación y enseñanza de diversas técnicas, de acuerdo con las características individuales y edad de las personas.

“Por ejemplo para los más jóvenes, en el proceso de memorizar y aprender una información, tal vez les sea más útil asociarlo a sonidos o canciones. Sin embargo, para alguien mayor, lo más efectivo puede ser asociarlo a información ya conocida”, dijo.

El galeno exhortó a practicar los siguientes ejercicios para fortalecer la memoria:

• Ajedrez.
• Sudokus.
• Crucigramas.
• Contar cosas como por ejemplo los asistentes en la fila del supermercado o las noticias publicadas en un programa.
• Memorizar chistes para platicarlos.
• Disminuir el tabaco y la ingesta de alcohol, ya que esto contribuye a conservar el cerebro íntegro.
• Juego de Kim, consiste en ver un paisaje y hacer la lista de lo que contiene (de 6 objetos la primera semana, de 12 la segunda y así sucesivamente).

Revista

La grasa abdominal profunda: el enemigo silencioso que envejece tu cuerpo y tu mente

Oculta bajo la piel y rodeando órganos vitales como el corazón, el hígado y los riñones, la grasa visceral representa una de las amenazas más serias para la salud metabólica y cerebral, incluso en personas delgadas. Más que un problema estético, esta grasa activa procesos inflamatorios que pueden desencadenar enfermedades como la diabetes tipo 2, el hígado graso, problemas cardiovasculares y, a largo plazo, deterioro cognitivo.

De acuerdo con el Dr. Andrew Freeman, especialista en prevención cardiovascular, la grasa visceral es un marcador de múltiples riesgos de salud, aun en quienes aparentan estar en forma. El fenómeno conocido como “skinny fat” —personas con peso normal pero con alta proporción de grasa interna— evidencia que la salud no siempre se refleja en el espejo.

El impacto va más allá del metabolismo. La neuróloga preventiva Kellyann Niotis advierte que este tipo de grasa libera compuestos inflamatorios que aceleran la atrofia cerebral y favorecen la aparición de placas beta-amiloides y ovillos de tau, señales asociadas con la enfermedad de Alzheimer, incluso desde los 40 o 50 años.

¿Cómo saber si la grasa visceral está fuera de control? La medida de la cintura es un primer indicio: más de 88.9 cm en mujeres y 101.6 cm en hombres eleva el riesgo, según los CDC. La masa muscular también importa: quienes tienen más grasa que músculo tienden a acumular esta grasa profunda. Estudios como la DEXA o básculas con medición de grasa corporal pueden ayudar a evaluar estos indicadores.

La buena noticia: es reversible. Freeman insiste en un enfoque integral con ejercicio cardiovascular diario (como caminatas rápidas de al menos 30 minutos) y entrenamiento de fuerza con resistencia. Ejercicios como desplantes, sentadillas, lagartijas y peso muerto movilizan grandes grupos musculares, aceleran el metabolismo y estimulan hormonas que mejoran la composición corporal.

Una alimentación basada en plantas, como la dieta mediterránea, también es clave. Rica en frutas, vegetales, granos enteros, aceite de oliva y pescado, esta dieta ha demostrado reducir la grasa abdominal y el riesgo de muerte por enfermedades crónicas, especialmente en mujeres.

El ayuno intermitente —comer solo durante una ventana de seis horas al día— puede ser un complemento efectivo, aunque no es apto para todos. La combinación de alimentación natural, entrenamiento funcional y periodos de ayuno puede “hacer magia” en la reducción de grasa visceral, señala Freeman.

En resumen, mantener el músculo, eliminar alimentos ultraprocesados, moverse cada día y reorganizar los horarios de comida no solo combate la grasa abdominal profunda, sino que extiende la salud física y mental hacia el futuro. Porque el verdadero “elixir de la juventud” no se compra: se construye con hábitos.

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