Las huestes marquistas se están volviendo un dolor de cabeza para el grupo que controla a Palacio pues, lejos de la ‘disciplina’ que ha caracterizado a ese partido, varios personajes de la pasada administración han salido de su mecedora.
El que se lanzó al ruedo (literal) fue el empresario y político baecista Héctor Valles Alveláis, quien lanzó una arenga feisbuquera digna de replicarse íntegramente en este espacio:
“Hace un par de días hacía referencia al ridículo de nuestros diputados al «aprobar» reformas a las leyes para aumentar el número de Diputados Plurinominales en el Congreso Local y restringir la participación de candidatos independientes en el sentido de que no hayan militado en algún partido político por lo menos tres años anteriores a la elección en que pretendan participar. Entonces me referí a la forma, y por el hecho de haber abierto la boca, hoy debo de tocar el fondo.
“A todos los Diputados, y particularmente a los del PRI (mi partido), parece que no les queda claro que la sociedad lo que menos quiere son MÁS DIPUTADOS!
Especialmente a los diputados del PRI quisiera recordarles que nuestro Presidente Enrique Peña Nieto ofreció buscar la manera de REDUCIR el número de Diputados Plurinominales. Al respecto, estoy seguro que está trabajando en ello y si no lo consigue, seguramente será porque no depende exclusivamente de él. Pero de una cosa estoy seguro, de que nunca enviará una iniciativa para AUMENTARLOS!
“En cuanto a restringir la participación de candidatos independientes tengo mi muy personal punto de vista: un candidato independiente es aquel que decide participar sin el cobijo de ninguno de los partidos políticos legalmente constituidos. Eso quiere decir que no cuenta con la estructura humana, material ni financiera de NINGÚN partido al momento de hacer campaña y buscar el respaldo ciudadano. Tarea nada fácil ya que los requisitos para ser candidato independiente son ya de por sí complicados y habrá de hacerle frente al proceso electoral con sus propios recursos.
Al respecto el Gobernador Duarte declara: «se es independiente o no se es», y yo digo: todo aquel que no es dependiente, es independiente! Lo que digo, lo digo porque amo a Chihuahua y su gente”.
Según nos cuentan, el equipo del ‘bronco’ Quezada lejos de amilanarse se puso como león enchilado y siguen en su proyecto, para lo cual ya están viendo cómo reunir firmas para tumbar una ley que a su parecer y muchos ciudadanos es inconstitucional, pues va contra el derecho de cualquier ciudadano a ser votado y pretende perpetuar el monopolio político de la partidocracia, en un entorno en el que la ciudadanía quiere más opciones y no seguir en las de siempre.
Así, el PAN no sólo pierde posiciones en el gobierno sino hasta en la oposición, pues es del mismo PRI de donde están saliendo las posturas más serias, contundentes y valientes contra el retroceso democrático que vive la entidad, e incluso sustentan su postura en plena concordancia con los ideales (supuestos) del partido y del plan de gobierno de Enrique Peña Nieto.
El PAN de Mario Vázquez Robles está naufragando. Sus limitadas habilidades políticas han generado muchas más divisiones que fortalezas, pues la sensación es que sólo ve por sus intereses y le importa muy poco el rumbo del partido. En el PRI tampoco lo ven como un interlocutor de altura, pues primero acuerda una cosa y luego finge sorpresa y truena, en un desesperado afán mediático, pero hueco.
Se habla de que dicha reforma fue pactada con anticipación, e incluso horas antes de la sesión el pacto fue refrendado en los términos que se presentó la iniciativa, pero acusan a César Jáuregui de haber planeado todo para a fin de cuentas montar un numerito. Incluso afirman algunas fuentes que el tema se pactó a cambio de bajar la minigubernatura de dos años.
El reproche a Jáuregui es que, para empezar, el partido beneficiado por aumentar los diputados sería el mismo PAN, pues es el partido más subrepresentado, ya que el PRI siempre arrasa y le sobran pluris, mientras que los chiquipartidos parásitos podrán sobrevivir con su 2%.
También afirman que al PAN le cayó de maravilla la llamada Ley Antibronco, pues en el albiazul las renuncias y candidaturas por la libre son de a tiro por viaje, algo que rara vez ocurre en el PRI. Como se sabe, el PAN impone candidatos sin apoyo de nadie y si los desfavorecidos se lanzan como independientes podrían derrumbarlo incluso.
En vez de eso, el PAN se envolvió en la bandera del pueblo y se hizo un paladín de los derechos ciudadanos, e incluso prevé un recurso jurídico para garantizar los derechos ciudadanos, una acción loable si no fuera porque pasaron meses apoyando la Ley Antibronco y de última hora trataron patéticamente de reventarla. No hay seriedad.
El que le entró al chismarajo fue Gustavo Madero, quien también se puso la playera de demócrata y arremetió contra la reforma política y el gobernador César Duarte, a quien tachó de tramposo y gandalla, en una exhibición de cinismo merecedora de un Óscar, un Guinness o algo así.
Y es que en su partido está haciendo todas las cochinadas habidas y por haber para allanarle el camino a su correligionario y paisano, Javier Corral, desde imponer a su gente en la comisión de elecciones para cargarle todos los dados a Ricardo Anaya, hasta enviar masivamente correos a nombre de Javier Corral para confundir a los electores.
Volviendo al Congreso local, Fernando Reyes, el títere más suertudo de la historia, inició de la peor forma su periodo como presidente de la Diputación Permanente, y es que ni siquiera invitó a su antiguo compañero de armas, César Jáuregui, esto luego de excluir a los panistas de la mesa directiva. Esto ya es bullying.
El que se dejó de cosas, consintió y se dejó consentir, fue el alcalde Javier Garfio, quien celebró el Día del Ingeniero Civil con sus colegas del Colegio de Ingenieros, en especial con su presidente, Guillermo Ortiz Villanueva.
Garfio llevó qué presumir: la reducción de problemas de baches y alumbrado público, temas muy sensibles para la ciudadanía. También Eduardo Esperón, secretario de Obras Públicas, habló de los avances del Gobierno del Estado en la materia.