Al menos 130 personas resultaron heridas durante las protestas frente al edificio del Parlamento de Líbano este sábado, cuando la Policía usó gases lacrimógenos y balas de goma contra la multitud que se reunió culpando a las autoridades por la trágica explosión en Beirut.
Muchos de los manifestantes inconformes con la situación, usando máscaras faciales, arrojaron objetos contra las fuerzas de seguridad.
En medio de la agitada jornada, el primer ministro libanés, Hassan Diab, anunció que solicitaría elecciones parlamentarias anticipadas para desactivar la escalada de la crisis política tras la catastrófica explosión en el puerto de Beirut.
“No podemos salir de esta crisis sin elecciones parlamentarias anticipadas”, dijo, leyendo un comunicado.
Explicó que permanecería en el gobierno durante dos meses hasta que los principales partidos puedan llegar a un acuerdo y añadió que no tenía la culpa de los profundos problemas económicos y políticos del país.
En imágenes difundidas por medios locales se puede ver a miles de personas congregadas en la Plaza de los Mártires de Beirut pidiendo “venganza” contra la clase gobernante de políticos, a quienes culpan por la explosión.
A pesar de las violentas acciones policiales, la multitud no se dispersó y se mantuvieron en el lugar. Partes de las manifestaciones siguieron siendo pacíficas, mientras que otras partes estuvieron predominantemente llenas de manifestantes enojados que se enfrentaron a las fuerzas de seguridad.
“El pueblo pide la caída del régimen”, fueron algunas de las frases que corearon los asistentes haciendo un llamado a la “revolución”. Algunos carteles llevaban escritas las palabras: “Váyanse, todos son asesinos”.
Fuente: Aristegui Noticias