Cuba «trabaja intensamente» para esclarecer las causas del accidente aéreo ocurrido el viernes en La Habana y en el que murieron más de 100 personas, afirmaron hoy autoridades de la aeronáutica civil de la isla, que no dieron detalles sobre las cajas negras de la aeronave siniestrada.
Se trabajó durante toda la madrugada. Se está trabajando intensamente en las tareas de investigación y análisis», dijo hoy el director general del Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, Rolando Parera, a la televisión estatal cubana.
Parera explicó que la lluvia de ayer viernes hizo «un poco más difícil» la pesquisa, «pero no se descansó» en el sitio del accidente, donde murieron 108 personas -entre ellos varios niños y un bebé- de las 111 que viajaban a bordo del vuelo DMJ-972, que cubría la ruta entre La Habana y Holguín (este).
Cuba cuenta con todos los medios y recursos para poder levantar en el lugar todas las evidencias y los elementos para avanzar en la investigación», insistió Parera.
Agregó que el Ministerio de Transporte y el Instituto de Aeronáutica Civil se encargaron de contactar a los familiares de las víctimas y de proveerles los medios para llegar hasta La Habana para la identificación de los fallecidos.
Pienso que todo lo que hagamos es poco en medio del dolor que tienen estos familiares por el golpe sufrido», subrayó.
El directivo afirmó que el aeropuerto está operando sin dificultades desde ayer viernes, cuando poco después del siniestro -ocurrido a las 12.08 hora local (16.08 GMT)- se completaron todas las «revisiones en pista» indicadas en los procedimientos.
Este sábado la principal puerta de entrada y salida de la isla tiene previsto realizar 170 operaciones, 11 de ellas con aviones de gran porte, que deben transcurrir sin incidentes, especificó Parera.
El director general del Aeropuerto Internacional José Martí no mencionó si han encontrado las cajas negras del avión, un Boeing 737 rentado por Cubana de Aviación a la compañía mexicana Global Air que se precipitó a tierra minutos después de despegar, por causas aún por esclarecer.
Entre las 108 víctimas, en su mayoría cubanos, hay también una pareja argentina, dos hombres saharauis y una mujer mexicana, a los que se suman los seis miembros de la tripulación de la aeronave, también mexicanos.