Por: Alejandro Salmón Aguilera

Los partidos políticos han desaparecido de las actuales campañas electorales, por lo menos las de gobernador, que iniciaron desde hace ya una semana.

Los carteles espectaculares y las inserciones en otros medios de comunicación que han hecho colocar los candidatos al Gobierno del Estado lucen enormes imágenes de éstos, mientras que los signos de partido apenas si se alcanzan a percibir.

Ahí está, por ejemplo, la publicidad de Javier Corral Jurado. Sus carteles muestran una imagen de él que domina casi un tercio del espacio; luego, su nombre y después, dos lemas de campaña. En el fondo, con una imagen casi imperceptible, sobre un fondo azul marino que no necesariamente es el de su partido, se puede apreciar no sin esfuerzo el emblema del PAN, junto al de Unión Ciudadana, cuyo emblema tiene el mismo tamaño.

En el PRI las cosas no son distintas: la propaganda está fundamentada en la imagen de Enrique Serrano Escobar. Su foto, tomada de frente, vestido con camisa blanca y no con aquel color rojo que solían caracterizar a las campañas priistas, domina totalmente el cartel de propaganda. Al fondo, una imagen temática donde apenas se aprecia al candidato y en ninguna parte se ve algo que pueda aludir al PRI o a los otros tres partidos que lo postulan. Sólo hasta el fondo y en tamaños reducidos se pueden apreciar los logotipos del PRI, PVEM, PT y PANAL.

Los lemas de campaña del priista postulado por todos los partidos que la han hecho de franquicia se basa en frases pronunciadas por el gobernador en fechas anteriores, como el “¿dónde estaban los que…” con la cual cuestiona a los otros candidatos por no haber estado presentes en la entidad cuando ésta se encontraba en una severa crisis económica y de inseguridad.  La frase que ahora se usa hasta como “gingle” la pronunció el gobernador hace más de dos años para responder a las críticas que le hacían tanto Javier Corral, entonces senador de la República, como Jaime García Chávez, quien ya lo había denunciado penalmente por el caso Unión Progreso.

Y si Corral y Serrano prácticamente han desaparecido a sus partidos y este último se escuda en la imagen del gobernador, Jaime Beltrán del Río de plano borró al partido que lo postula, el PRD, o al menos lo difuminó.

Sus carteles tienen un fondo rojo que se asemeja más al que usó el PRI en campañas anteriores o al del PT, partido con el cual ha estado aliado el PRD pero que ahora apoya a Enrique Serrano. Para colmo, el emblema del PRD aparece hasta el ángulo inferior derecho, el cual puede ser fácilmente obstruido por alguna instalación urbana, como árboles, cableados o por otros anuncios. Tan no era prioritario presentar la imagen del partido del Sol Azteca, que el ya de por sí reducido emblema se ve difuso, como perdiéndose entre el rojo que tomó prestado de otros partidos y el poco espacio que le queda al cartel.

En cambio, José Luis Barraza, el candidato independiente, parece haber tomado prestado parte del emblema del Partido Verde Ecologista de México. Su hipocorístico “Chacho” lo ha instalado ya como su emblema de campaña, dividido en dos sílabas, colocada la primera encima de la segunda, encerradas ambas en un rectángulo de color morado—el que les asignó la autoridad electoral a los independientes—pero con la letra “A” de “Chacho” que es idéntica a la “V” del PVEM, pero invertida.

Todo este acto de escondite partidista está acorde con la pérdida de identidad ideológica y programática de los partidos. Ahí están los priistas enorgulleciéndose de haber terminado con la estatización petrolera que tanto defendieron a lo largo de décadas; el candidato del PAN, buscando alianzas con el PRD o éste último, postulando a panista que votaron en contra de temas básicos de su agenda.

Así están los partidos, con una pérdida total de identidad…y de imagen

http://ahoramismo.mx/propaganda-de-candidatos-oculta-al-partido-que-los-postulo/