Un grupo de soldados estadunidenses, con militares retirados incluidos, se concentraron este lunes a las afueras del Pentágono para manifestar contra el abuso y acoso sexual en las fuerzas armadas.
La protesta, que contó que unas dos docenas de personas, la mayoría mujeres sin uniforme, tiene lugar en medio de una campaña contra el abuso y acoso sexual, con la que mujeres del mundo entero compartieron sus experiencias utilizando el hashtag #MeToo (Yo también).
La violencia sexual en el seno de las Fuerzas Armadas es considerado una gran problema desde hace tiempo. En los últimos cuatro años se han registrado más de 20 mil denuncias de abuso sexual dentro de las instalaciones militares estadunidenses.
Pero como muchas víctimas no realizan la denuncia, es probable que el número de casos sea mucho mayor, asegura un informe del Pentágono. En este informe también se declara que muchas víctimas enfrentan represalias luego de hacer la denuncia.
La senadora demócrata Kirsten Gillibrand promovió una ley que podría incentivar a las víctimas a hacer la denuncia y «eliminar el miedo sistémico que los sobrevivientes de abusos sexuales militares describen al decidir si denuncian los crímenes cometidos contra ellas», según su sitio web.
El portavoz del Pentágono, el comandante Gary Ross, dijo que estos hechos subrayan los «continuos esfuerzos por eliminar el acoso y el abuso sexual de los militares».
«DoD alienta a una mayor denuncia de las agresiones sexuales para conectar a las víctimas con cuidados restaurativos y es como medio importante para responsabilizar apropiadamente a los ofensores», según un comunicado.
El Departamento de Defensa «entiende que tiene una voz importante en la discusión nacional sobre el acoso y el abuso sexual; estamos comprometidos a compartir nuestros éxitos y desafíos con la esperanza de que lo que aprendamos pueda beneficiar a la sociedad estadounidense en su conjunto», apuntó.