Ahora sí. El final del controversial caso Alondra parece estar cada vez más cerca.
Esto luego de que este jueves se conociera el resultado de una prueba de ADN que confirmó que Alondra Díaz, de 13 años, es hija de Dorotea García.
«No hay margen de error, son los resultados de las pruebas genéticas», aseguró el fiscal del estado de Michoacán, José Martín Godoy, en declaraciones a medios locales.
La enredada y dramática trama de una madre mexicana residente en Estados Unidos que esperó ocho años para reencontrarse con su hija, sustraída por su padre en Texas en 2007, sólo necesita de un capítulo más.
Se espera que en las próximas horas la justicia mexicana otorgue el permiso para que García lleve a su hija a Houston.
Ambas deben esperar que la justicia «haga la declaratoria oficial sobre la restitución de la custodia», informa el diario El Universal.
La «falsa» Alondra
El caso había cobrado impacto mediático luego de que semanas atrás un fallo de la justicia mexicana diera vía libre a una confusión de proporciones.
Un fallo de la justicia mexicana dio pie a que una chica también llamada Alondra fuera llevada por error y a la fuerza a Estados Unidos.
Posibilitó que Interpol se llevara por la fuerza de México a Estados Unidos a una adolescente de la misma edad y mismo nombre.
Pero ella resultó ser la «falsa» Alondra, una chica llamada Alondra Luna.
Fue sacada a la fuerza de su escuela y llevada a Houston, donde después de unos días de y de los correspondientes exámenes de ADN, se determinó que no era la hija biológica de Dorotea García.
El reencuentro
Alondra Díaz fue entregada por su abuela el lunes a las autoridades mexicanas en Michoacán luego de que su padre, Reynaldo Díaz, accediera a devolverla.
El padre aceptó con la condición de que se levante la acusación que su expareja había presentado en Estados Unidos.
Un día después Alondra se reencontró con su madre en el juzgado.
Ya en la madrugada del miércoles, tras terminar las declaraciones, Dorotea García aseguró que había sido «genial, la mejor respuesta química instantánea».
«No se pudo evitar sentir el impulso de correr una en los brazos de la otra, pidiendo con los ojos la autorización de la juez, sin saber qué hacer», añadió.
El Papa León XIV encabezó este 12 de diciembre la misa en honor a la Virgen de Guadalupe en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, donde elevó una oración para pedir su intercesión a favor de los jóvenes, a fin de que sean protegidos de las amenazas del crimen, las adicciones y una vida carente de sentido.
Durante su mensaje, el pontífice solicitó a la Virgen acompañar a las nuevas generaciones para que encuentren en Cristo la fortaleza necesaria para elegir el bien y mantenerse firmes en la fe, aun frente a presiones externas. En ese contexto, pidió que sean apartados de la violencia, las drogas y de caminos que los conduzcan a la pérdida de valores y propósito.
En su homilía, el líder de la Iglesia católica también exhortó a que la figura de la Virgen de Guadalupe inspire a las naciones a rechazar la división y la polarización. Señaló la importancia de no permitir que el odio, la mentira o el uso del poder como instrumento de dominio definan la historia de los pueblos.
Asimismo, destacó que la Virgen de Guadalupe ha sido, a lo largo del tiempo, un símbolo de consuelo, esperanza y unidad para el continente americano, subrayando su relevancia espiritual y cultural para millones de personas.
Como parte de las actividades realizadas en esta fecha, el Papa León XIV sostuvo una llamada telefónica con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo. De acuerdo con la información difundida, la mandataria reiteró la invitación para que el pontífice realice una visita al país durante su pontificado.
El Papa ya había manifestado con anterioridad su interés en viajar a América Latina, incluyendo países como México, Perú, Uruguay y Argentina. En diversas ocasiones ha expresado también su deseo de acudir personalmente a la Basílica de Guadalupe. No obstante, precisó que su agenda actual aún no le permite definir una fecha concreta para una eventual visita.
La celebración concluyó sin que se anunciara un calendario oficial de viajes, mientras el Vaticano mantiene abiertas las posibilidades de futuras giras pastorales en la región.