De los 121 Pueblos Mágicos que existen en el país solo el 13%, es decir, 16 de éstos cumplieron con la totalidad de los requisitos para su permanencia, lo que sugiere una falta de apego de la norma a la realidad de las localidades, aseguró la Secretaría de Turismo (Sectur).
La dependencia informó que con base en los resultados de la última evaluación realizada del año pasado, 105 de los denominados Pueblos Mágicos, sus administraciones pasadas no reflejaron el aprovechamiento de los atractivos que los distinguen y desconocen el impacto socioeconómico del turismo.
“Esta situación condujo a revisar los mecanismos de incorporación y permanencia que se habían seguido con anterioridad”
Para garantizar su permanencia, los mencionados destinos deberán someterse a un proceso de evaluación y seguimiento donde se medirá el grado de cumplimiento de determinados requisitos en un rango de 0% a 100%.
Con las nuevas reglas publicadas en el DOF, la Sectur publicó la Estrategia Nacional de los Pueblos Mágicos para evaluar estos destinos del país.
Por lo que las 121 localidades que cuentan con este distintivo estarán bajo el escrutinio de las autoridades federales, las que incumplan con el porcentaje requerido (20%) se les removerá la denominación de Pueblo Mágico.
Aquí unos factores a considerar para mantener los recursos que les ofrece el Gobierno federal para mantener en buenas condiciones la localidad y ser un polo del turismo local, nacional e internacional:
Satisfacción de los residentes y visitantes de los Pueblos Mágicos
Cifra de servidores del servicio turístico capacitados en las localidades
Promedio de la estadía
Los municipios que tengan un índice de entre 20% y 50% deberán sujetarse a un plan de fortalecimiento de 12 mes para impulsar el destino.
Además, un análisis de académicos y expertos asevera “deficiencias importantes” en la operación de los Pueblos Mágicos, que limitan la posibilidad de cumplir con el objetivo de fomentar el turismo sostenible.
El programa de los Pueblos Mágicos fue creado en la administración de Vicente Fox (2001) como estrategia para el desarrollo turístico, orientada a estructurar una oferta complementaria y diversificada hacia el interior del país.
Los primeros destinos que recibieron esta denominación fueron la Huasca de Ocampo en Hidalgo, Real de Catorce en San Luis Potosí y Mexcaltitlán en Nayarit.
Fuente: Uno TV