El expresidente del gobierno catalán, Carles Puigdemont, ha comparecido este martes en Bruselas para decir que se considera el «presidente legítimo» de Cataluña y que no está en Bélgica para pedir asilo político.
«No estoy aquí para pedir asilo político. Estoy aquí en Bruselas como capital de Europa. No se trata de política belga. Estoy aquí para actuar con libertad y seguridad», afirmó.
«Una parte del gobierno catalán se ha desplazado a Bruselas, entre ellos yo mismo, para hacer evidente el problema catalán en el corazón institucional de Europa y denunciar la politización de la justicia española», dijo Puigdemont.
El expresidente catalán ha sido acusado por parte de la fiscalía del Estado de los delitos de rebelión y sedición, entre otros, que pueden ser castigados con hasta 30 años de cárcel, después de que el Parlamento catalán declarara la independencia el pasado viernes 27 de octubre.
Puigdemont aseguró que el resto del gobierno depuesto se quedará en Barcelona, incluido el vicepresidente cesado Oriol Junqueras, «haciendo la actividad política como miembros legítimos del gobierno de Cataluña».
Sin embargo, no especificó por cuánto tiempo piensa permanecer en la capital belga alejado del resto de miembros del gobierno cesado.
Y aunque aseguró que acata la justicia española, también dijo que «si hubiera garantías inmediatas de un tratamiento justo, si me permitiera un juicio justo, independiente, con separación de poderes, lo que vemos en la mayoría de países europeos, sin duda retornaría de manera inmediata».
Carles Puigdemont y los miembros del ParlamentoDerechos de autor de la imagenAFP
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Según el expresidente catalán, Carles Puigdemont, el parlamento cumplió con el «mandato» del referendo del 1 de octubre al declarar la independencia.
Puigdemont dijo también que acatará el resultado de las elecciones que el gobierno español ha convocado para el próximo 21 de diciembre en Cataluña.
En su comparencia, el expresidente catalán ha dicho que la querella de la fiscalía española es una muestra de «extrema agresividad» y que no tiene fundamentos jurídicos.
«Al pueblo de Cataluña le digo que se prepare para un largo camino», dijo. «La República catalana será un Estado diferente. No hemos llegado hasta aquí para comportarnos como tantas veces hemos criticado que se ha comportado el gobierno español».
Puigdemont hizo estas declaraciones desde el Club de la Prensa de Bruselas, donde decenas de periodistas se congregaron para conocer cuáles son los planes del presidente destituido.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.