Las actualizaciones y cambios que ha realizado el Servicio de Administración Tributaria ha colocado en una situación complicada a los contribuyentes, que enfrentan deficiencias en sus sistemas de contabilidad, pero que además le permiten a la autoridad fiscal contar con información detallada para practicar auditorias electrónicas.
Lo anterior se dio a conocer dentro del curso de Fiscalización Electrónica 360, impartido por el Instituto y Colegio de Contadores Públicos de Chihuahua, que contó con la participación de los Contadores Públicos Carlos Demory Carrasco y Leonardo Gómez, de la firma EY.
En este sentido Demory Carrasco, señaló que es obligación de los contribuyentes estar al pendiente de los nuevos sistemas, cambios y actualizaciones digitales realizados por la autoridad fiscal.
Agregó que los contribuyentes no se encuentran debidamente preparados para los cambios que se han presentado por parte de la autoridad, lo que genera deficiencias en sus sistemas contables.
“En este tiempo la autoridad y los mismos contribuyentes deben prepararse para entender lo que quiere la autoridad de parte de los contribuyentes y a su vez, estos entender lo que busca la autoridad”, resaltó.
Por su parte Leonardo Gómez, señaló que el impacto que tuvieron las empresas en los últimos dos meses fue más centrado al cumplimiento de nómina de los propios empleados, incluso por primera vez en varios años, hubo una extensión en el plazo para las personas físicas debido a la complicación en el cumplimiento de dichas obligaciones fiscales.
Esto forma parte de un proceso muy bien planeado por parte del SAT, en donde se han ido acomodando las piezas, por lo que se prevé que en los siguientes meses surgirán demasiados temas de contabilidad electrónica debido al cambio importante de la versión de CFDI.
Esto último significa que por primera vez el SAT contará con información muy detallada que posteriormente podrá ser utilizada para generar auditorías electrónicas directas; todo esto es un sistema muy eficiente en recursos y sin la necesidad de tanto tiempo.
Finalmente aconsejó a los contribuyentes que tengan pleno conocimiento de sus propios movimientos y dijo “que el SAT no sepa más de lo que tú sabes de tu propia empresa”.