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Opinión

¿Qué p*do con Qatar? Por José Luis Font

José Luis font

José Luis Font

No, no es Dubái; no hay terroristas; no intercambian mujeres por camellos en el súper; y tampoco hay calles hechas de oro o la gente se baña en petróleo. Es un país bastante normal qué, como todos, tiene sus cosas chingonas y otras no tanto.

Tampoco me voy a hacer el interesante y mentirles en decir que soy un experto y que yo ya me sabía la historia y particularidades de Qatar antes de mudarme para acá y qué todo me resultó tan normal como una ida al Oxxo en San Martin de las Pepitas; la realidad es que, aunque sé de la existencia de Qatar desde el 2010 que fue votado para ser sede del Mundial, vivir y entender a un país va más allá de lo que uno pueda consultar en Wikipedia o Google.

Siempre llegar a un lugar nuevo conllevará un shock cultural en mayor o menor grado y llegar a uno tan lejos, con una religión distinta a la(s) conocida(s) y costumbres tan alejadas a la de uno, si te saca de pedo de repente.

Los temas recurrentes en pláticas con mis amigos son siempre sobre sise puede chupar o no, qué rollo con las mujeres “tapadas”, los jeques y el dinero que fluye por aquí. Y trataré de estarles disecando un poco estos temas sin aburrirlos demasiado.

Por lo pronto les cuento que Qatar, tiene tan solo 2.8 millones de habitantes de los cuales más o menos el 90% son expatriados, comouno. Es el 4to país con el PIB per cápita más alto del mundo (o sea, tienen un chingo de lana) gracias a las reservas de petróleo y gas natural, es el mayor exportador de gas natural licuado del mundo… y es seguro de a madre.

Como mexicano, desafortunadamente, llegar a un lugar con un poquito más de orden, civismo y estado de derecho es motivo de asombro y Qatar impacta más por la increíble seguridad que se vive y se siente. Uno se acostumbra a vivir con tal tranquilidad demasiado rápido; no he hecho el experimento aún, pero apostaría mi brazo izquierdo que, si dejo mi cartera en la calle, al día siguiente no solamente seguiría allí pero sin duda me verían medio jodidón y también le meterían algunos Riyals (la moneda local) para pagar mis tarjetas de crédito. Poder caminar en la calle a cualquier hora sin el temor de que te salga un cabrón de la coladera para tumbarte tus pertenencias es un placer que me recuerda con tristeza a lo normalizado que está ennuestro país el vivir con miedo o cuidándonos el culo 24/7; esa mamada de abrazos y no balazos meparece infame, debería de haber consecuencias efectivas para todos esos hijos de la chingada haciendo dagas.

Los atuendos de las mujeres islámicas es un tema tan amplio que podría tener su propio blog para tratar de explicar, pero la realidad esque el cubrirse con un Hijab, Niqab, Al-Amira, Shayla, Khimar, Chador o una Abaya es, mayoritariamente, una decisión personal de las mujeres para cumplir con la modestia que vigilan en su religión ycultura. Naturalmente hay ciertos países, regiones o familias que podrán ser más estrictos en aplicar sus tradiciones y existe la tan controversial Burka, pero aquí en Qatar, es decisión personal.

No lo entendemos porque es simplemente algo que no estamos acostumbrados y es desconocido, pero existen en casi todas las religiones prácticas similares donde mujeres deciden guardar cierta prudencia que se les sugiere.

La manera en que trato de aterrizar este tema cuando sale a colación es recordar cómo nosotros, en México, muchas de las mujeres, por decisión propia, viven en casa de sus padres hasta que se casan; esta costumbre le puede parecer lo más raro, retrógrada y machista a alguien en Finlandia, Alemania o Nebraska porque no lo relacionan con sus tradiciones y su sentido propio de “normalidad”. Y, sin duda, habrá papás mas tradicionales, conservadores o machistas que no lepermitan a sus hijas irse a dar una escapadita con el galán en turno hasta que no se cumplan los pasos según las escrituras, pero al final las que deciden guardar esa costumbre,lo hacen por convicción propia.

Contrario a lo que muchos puedan pensar, aquí la mujer tiene un gran valor a la sociedad y el respeto que se merecen. Existe un hospital de primerísimo nivel mejor de lo que yo he visto en Europa o Estados Unidos dedicado a la mujer, la maternidad y los niños; hay mujeres que ocupan puestos de gran responsabilidad en empresas privadas o de gobierno y tan solo la Sheikah Moza bint Nasser, esposa del padre Emir y madre del actual Emir, es un símbolo de cultura, arte,moda, progreso y es, hoy por hoy, una de las más grandes lideresas en diferentes causas sociales de alrededor del mundo. Así que no, las mujeres no están encerradas, tapadas a la fuerza o tratadas de segunda, tienen el mismo derecho de hacérsela de pedo a uno como en cualquier otra parte del mundo.

Ahora bien, según la ley islámica, loshombres pueden tener hasta 4 esposas, pero todas tienen que ser tratadas por igual y, más importanteaún, la mujer o mujeres tienen que estar de acuerdo con las esposas quese vayan agregando y aún así la gran mayoría decide tener solo una; y coincido, aguantar a una está cabrón ¿como pa’qué más?

Como todo país “nuevo”, Qatar aún tiene muchos retos y temas por resolver, no existe lugar perfecto; por ejemplo, ha habido mucho ruidoacerca de los derechos laborales en torno a la construcción de los estadios para el Mundial de este año y aunque no soy experto en la materia he podido atestiguar de primera mano decenas de países mucho más jodidos y menos dispuestos a arreglar sus fallas en torno a este tema (o varios otros para ese caso) como aquí. En Qatar, no se pagan impuestos sobre el ingreso y la base obrera gana bastante mejor en comparación con muchos países lo que les permite estar enviando remesas de regreso asus casas y darles a sus familias una vida un poco mejor; la medicina pública es buena y gratuita para todos pero aún hay una tremenda disparidad entre los que más y menos tienen y, efectivamente hay “patrones” que tratan de la chingadaa la ayuda doméstica que hay en casa… pero, repito, lo he visto aquí ylo he visto con la Señora Copetona de Polanco un martes cualquier; gente culera hay en todos lados y aquí la verdad es que le están echando ganas en mejorar en varios frentes.

Lo que quiero transmitir es que, aúncon sus temas, es un país que le invierte amplia y activamente a la educación, seguridad social, arte, cultura, innovación, tecnología y tantas otras cosas que países como nuestro México, lindo y querido debieran emular.

Y hablando de México…. aquí se puede chupar y chupar bien.

Y aunque no es Las Vegas con una ofertainterminable de antros, bares, tuguriosdiversos, cantinas y demás centros deentretenimiento etílico, hay bastante yvariada oferta para todos los gustos, colores y sabores.

La siguiente entrada estará dedicada a estetema que ha sido mi tesis durante la mayorparte de mi vida adulta y que me hagenerado una gran cantidad de historiaspara el libro que algún día escribiré. Todo sea por la anécdota.

¡Salaam Alaikum!

Opinión

La semilla. Por Raúl Saucedo

Libertad Dogmática

El 4 de diciembre de 1860 marcó un hito en la historia de México, un parteaguas en la relación entre el Estado Mexicano y la Iglesia. En medio de la de la “Guerra de Reforma», el gobierno liberal de Benito Juárez, refugiado en Veracruz, promulgó la Ley de Libertad de Cultos. Esta ley, piedra angular del Estado laico mexicano, estableció la libertad de conciencia y el derecho de cada individuo a practicar la religión de su elección sin interferencia del gobierno.

En aquel entonces, la Iglesia Católica ejercía un poder absoluto en la vida política y social del país. La Ley de Libertad de Cultos, junto con otras Leyes de Reforma, buscaba romper con ese dominio, arrebatándole privilegios y limitando su influencia en la esfera pública. No se trataba de un ataque a la religión en sí, sino de un esfuerzo por garantizar la libertad individual y la igualdad ante la ley, sin importar las creencias religiosas.
Esta ley pionera sentó las bases para la construcción de un México moderno y plural. Reconoció que la fe es un asunto privado y que el Estado no debe imponer una creencia particular. Se abrió así el camino para la tolerancia religiosa y la convivencia pacífica entre personas de diferentes confesiones.
El camino hacia la plena libertad religiosa en México ha sido largo y sinuoso. A pesar de los avances logrados en el lejano 1860, la Iglesia Católica mantuvo una fuerte influencia en la sociedad mexicana durante gran parte del siglo XX. Las tensiones entre el Estado y la Iglesia persistieron, y la aplicación de la Ley de Libertad de Cultos no siempre fue consistente.
Fue hasta la reforma constitucional de 1992 que se consolidó el Estado laico en México. Se reconoció plenamente la personalidad jurídica de las iglesias, se les otorgó el derecho a poseer bienes y se les permitió participar en la educación, aunque con ciertas restricciones. Estas modificaciones, lejos de debilitar la laicidad, la fortalecieron al establecer un marco legal claro para la relación entre el Estado y las iglesias.
Hoy en día, México es un país diverso en materia religiosa. Si bien la mayoría de la población se identifica como católica, existen importantes minorías que profesan otras religiones, como el protestantismo, el judaísmo, el islam y diversas creencias indígenas. La Ley de Libertad de Cultos, en su versión actual, garantiza el derecho de todos estos grupos a practicar su fe sin temor a la persecución o la discriminación.
No obstante, aún persisten desafíos en la construcción de una sociedad plenamente tolerante en materia religiosa. La discriminación y la intolerancia siguen presentes en algunos sectores de la sociedad, y es necesario seguir trabajando para garantizar que la libertad religiosa sea una realidad para todos los mexicanos.

La Ley de Libertad de Cultos de 1860 fue un paso fundamental en la construcción de un México más justo y libre. A 163 años de su promulgación, su legado sigue vigente y nos recuerda la importancia de defender la libertad de conciencia y la tolerancia religiosa como pilares de una sociedad democrática y plural.
Es importante recordar que la libertad religiosa no es un derecho absoluto. Existen límites establecidos por la ley para proteger los derechos de terceros y el orden público. Por ejemplo, ninguna religión puede promover la violencia, la discriminación o la comisión de delitos.
El deseo de escribir esta columna más allá de conmemorar la fecha, me viene a deseo dado que este último mes del año y sus fechas finales serán el marco de celebraciones espirituales en donde la mayoría de la población tendrá una fecha en particular, pero usted apreciable lector a sabiendas de esta ley en mención, sepa que es libre de conmemorar esa fecha a conciencia espiritual y Libertad Dogmática.

@Raul_Saucedo
rsaucedo@uach.mx

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