Recientemente, un grupo de miembros del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la institución que establece políticas públicas en cuanto a ciencia, tecnología e innovación, fueron acusados ante la Fiscalía General de la República por la propia dirección del Conacyt por distintos delitos. Después de que se negara el giro de la orden de aprehensión, la FGR informó que dicha orden se volvería a girar, argumentando falta de criterio por parte del juez.
Al respecto, el presidente López Obrador tocó en su conferencia matutina el tema de esta “élite intelectual”, tal como se refirió al grupo de 30 miembros del Conacyt. Además dio a conocer que María Elena Álvarez-Buylla, directora de la institución, envió un informe al respecto, mismo que consta de dos documentos en los que especificó cuál es la situación con este grupo de científicos e investigadores.
La directora de la institución, envió un informe al respecto, mismo que consta de dos documentos en los que especificó cuál es la situación con este grupo de científicos e investigadores. (Foto: Twitter/HLGatell)
Según refirió en su informe Álvarez-Buylla, se trata de investigadores que formaron una especie de asociación civil y recibían un prespuesto fijo por parte del Conacyt. El presidente López Obrador leyó las cifras que tal documento desglosó en cuanto a los gastos para realizar investigación científica y tecnológica que este grupo reportaba, y son las siguientes:
Cien millones de pesos para proyectos de ciencia y tecnología y 471 millones de pesos para cubrir los gastos de operación, entre los que se incluían: choferes, celulares, servicios de bocadillos, salarios e impuestos de 40 personas, comidas en restaurantes de lujo, viajes al extranjero y un inmueble de lujo en el centro de Coyoacán.
Ante ello el titular del Ejecutivo cuestionó con ironía “en Coyoacán…¿por qué no en Iztapalapa?” y acusó que dichos recursos no fueron justificados por el Conacyt. Por otra parte, el presidente señaló que fue dicha organización civil conformada por los 30 científicos, la que emitió el dictamen en 2007 que sirvió para justificar las omisiones de las autoridades federales respecto a la recuperación de los cuerpos de los mineros en Pasta de Conchos.
Dicho grupo de científicos, acusó AMLO, emitió el dictamen en 2007 que sirvió para justificar las omisiones de las autoridades federales respecto a la recuperación de los cuerpos de los mineros en Pasta de Conchos. REUTERS/Bernardo Montoya
López Obrador aseguró que dicho grupo era predilecto del régimen anterior, de los regímenes neoliberales que ocasionaron un “proceso de degradación progresiva” en varios ámbitos durante 36 años, e incluso lo comparó con los daños que el porfiriato ocasionó en 34 años.
“¿Vamos a cubrir a las élites ya sea de la ciencia, de la intelectualidad, élites económicas o aplicamos el combate (a la corrupción) parejo?” cuestionó el mandatario hacia la población. “Que se investigue y si hay corrupción que se castigue, por qué nada más se va a castigar a los pobres, a los que no tienen cómo comprar su inocencia…” sentenció el tabasqueño. Además, recordó que “al margen de la ley nada, ni nadie, sean amigos, sean colegas”, y procedió a leer un tweet con un mensaje ofensivo hacia él y hacia su cónyuge, la escritora Beatriz Gutiérrez Müller, presuntamente escrito por un miembro de este grupo de científicos.
El presidente López Obrador aseguró que no es lo mismo un grado académico que tener cultura.
Tras leer la serie de insultos y vulgaridades que el supuesto investigador habría escrito en Twitter, el mandatario aseguró “Una cosa es la educación y otra la cultura, los grados académicos no son sinónimos de cultura. Se pueden obtener altos grados académicos y no tener sensibilidad…” finalmente el mandatario aseguró que tanto él como su pareja siempre han salido ilesos de la calumnia, por lo que su conciencia está tranquila e invitó a la sociedad civil a que entre todos “analicemos el grado de descomposición civil al que nos llevó la política del pillaje, de la corrupción” y destacó que por ello es necesario un nuevo enfoque de pensamiento para las nuevas generaciones.
‘México no es democrático ahora’: Ernesto Zedillo crítica el gobierno de Sheinbaum
Ernesto Zedillo cuestionó las políticas de Claudia Sheinbaum y afirmó que México no es actualmente el país más democrático del mundo.
Ciudad de México.- En el marco del Seminario de Perspectivas Económicas 2025, organizado por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), el expresidente Ernesto Zedillo reflexionó sobre el panorama político y democrático que atraviesa la República Mexicana.
En el evento, afirmó que, aunque el país está enfrentando desafíos importantes, estos momentos también deben verse como una oportunidad para lograr avances hacia una democracia más sólida y funcional.
Zedillo contrastó sus ideas con una declaración reciente de la presidenta Claudia Sheinbaum, en la cual aseguraba que “quizá México sea el país más democrático del mundo”.
El expresidente señaló al respecto: “No es el país más democrático del mundo ahora”, pero si esa es su aspiración, y es una en la que estoy seguro, todos los mexicanos la respaldaríamos con gran entusiasmo.
Nuestra presidenta, que haga lo necesario para que, efectivamente, cumpla con lo dicho en su declaración y sea incluso una mejor democracia que hoy, y mucho mejor de lo que ha sido en estos últimos meses”.
Durante su intervención, el exmandatario lanzó fuertes críticas al actual gobierno morenista, calificando como preocupante el proceso de debilitamiento de las instituciones democráticas.
Aseguró que el país no debe transformarse en una “autocracia de partido hegemónico” ni depender de un “caudillo” con poder absoluto desde la presidencia.
Entre sus propuestas, Zedillo sugirió que se incluyan artículos transitorios en la Constitución para pausar las recientes reformas que, en su opinión, amenazan la democracia y el Estado de derecho.
Propuso, además, eliminar la figura de revocación de mandato, calificándola como una “barbaridad” que carece de sentido en un sistema presidencialista.
Finalmente, instó a Sheinbaum a gobernar con autoridad y bajo las reglas democráticas para fomentar la unidad nacional y reconstruir las instituciones que, aunque imperfectas, sostuvieron la democracia en México en las últimas décadas