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Qué significa el semáforo naranja y cuáles estados adoptarán nuevas medidas contra COVID-19

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Un semáforo epidemiológico de cuatro colores marca el comportamiento del COVID-19 en cada estado de la República, pues de acuerdo con los indicadores que lo rigen, en especial la ocupación hospitalaria, se puede determinar cuáles son las entidades que podrán sumar nuevas actividades.

El titular de la Dirección General de Promoción de la Salud, Ricardo Cortés Alcalá, detalló que para medir dicho semáforo sanitario en el país, éste se basa en cuatro indicadores que son: ocupación hospitalaria; tendencia de COVID-19 (casos sospechosos registrados); tendencia de personas que se están hospitalizadas y la positividad al coronavirus.

En ese sentido, el subsecretario de salud, Hugo López-Gatell, detalló que realizaron algunos cambios, donde el número de pacientes infectados por coronavirus en las clínicas del país, definen el color en los estados.

“Hoy le estamos dando un 50% de peso a la ocupación hospitalaria, a las tendencias epidémicas le estamos dando 20% a cada una y al porcentaje de la positividad le estamos dando un 10%”, exclamó.

Por lo que, con el semáforo naranja se abre también la posibilidad de que vuelvan a operar las actividades no esenciales; sin embargo, se mantendrán los lineamientos y cuidados sanitarios, como lavarse las manos y sana distancia de 1.5 metros, para evitar más contagios en el país.

López-Gatell explicó, por ejemplo, que si una fábrica tiene 6,000 personas, pero se ubica en un sitio donde lo rige el color naranja, no podrá tener a ese número de personas trabajando, deberá reducir su aforo al menos 75%.

“No es lo mismo una oficina que una fábrica, que un taller, que un comercio», subrayó el subsecretario de salud.

La transición de rojo a naranja elevará las actividades generales en los estados, de acuerdo al riesgo epidemiológico que exista en ese momento, es decir, regresarán o pasarán a la nueva normalidad. Lugares como teatros, cines o museos que se mantienen ahorita cerrados, podrán permitir su apertura con un 25% a partir del cambio.

Ricardo Cortés Alcalá, director general de Promoción de Salud, afirmó que por ejemplo los cines podrán reducir hasta un 25% el número de boletos disponibles en cada función, en semáforo naranja, mientras que en amarillo podrá ser de un 50% y la venta completa cuando se llegue a verde.

Fuente: Infobae

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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