México ya tiene nueva reina de belleza: su nombre es Andrea Meza, tiene 26 años y representa al estado de Chihuahua.
El pasado domingo 29 de noviembre se celebró la gala final de Mexicana Universal 2020, que fue transmitida por primera vez en Imagen Televisión.
Sofía Aragón fue la gran ausencia de la noche. La Miss de Jalisco y actual conductora de TV Azteca debía entregar la Corona a su sucesora, pero le impidieron asistir. Finalmente fue su sustituta, Claudia Lozano, quien acudió al evento en su lugar.
El resultado de la gala no fue ninguna sorpresa. Miss Chihuahua partía como la gran favorita y todas las apuestas se cumplieron. Andrea Meza logró la banda de Mexicana Universal y será la mujer que represente al país en Miss Universo 2020, que debido a la pandemia se celebrará en realidad en el primer trimestre de 2021, en una fecha que está aún por definir.
Alma Andrea Meza Carmona cuenta con una sólida experiencia en concursos de belleza. A pesar de que tendrá menos tiempo para prepararse que sus antecesoras, esto en principio no será un problema. Ya en 2017 participó en Miss Mundo y obtuvo para México el segundo lugar, solo por detrás de Enkhjin Tseveendash, de Mongolia.
“Actualmente me dedico a modelar en pasarelas, posar para diversas marcas de ropa y comerciales de televisión. Me apasiona utilizar mi imagen para promover el talento mexicano. Uno de mis muchos sueños es ser embajadora de marcas de talla internacional como Gucci o Chanel”, explica la ganadora en su ficha informativa.
La nueva Mexicana Universal mide 1.82 metros. Según explica en su cuenta de Instagram, sigue una alimentación vegana y es amante de los animales. Más allá de su vida en las pasarelas, es ingeniero de software, y embajadora de turismo en Chihuahua. Habla inglés con fluidez, y creó su propia marca de ropa deportiva, “amaw” (por Andrea Meza ActiveWear), aunque la firma no ha despegado, ni vende artículos por el momento.
Andrea es vegana y amante de los animales. A través de su cuenta de Instagram contó que en casa tiene una gata a la que rescataron de la calle. A pesar de su alergia a estas mascotas, convive con ella y le encanta abrazarla (Foto: Instagram @andreamezamx)Además de su pasión por la moda, Andrea se licenció en Ingeniería de Software (Foto: Instagram @andreamezamx)
Una de las razones por las que decidió convertirse en modelo es poder gestionar su tiempo, y dedicarlo a sus aficiones favoritas.
“Me gusta ser dueña de mi tiempo y esta profesión me permite desenvolverme en muchas otras actividades como viajar, compartir mi talento como maquilladora profesional, realizar deportes de aventura y siempre aprender algo nuevo”, explica Miss Chihuahua.
Ahora todos los focos apuntan hacia ella, y muchos se preguntan si en su preparación para Miss Universo correrá la misma suerte que sus antecesoras. Sofía Aragón, Diana Leal, Luz Elena González, Elena Lizárraga, Cynthia de la Vega, o Denisse Franco fueron solo algunas de las mises que relataron las duras experiencias que vivieron en la organización. Denunciaron discriminación, ofensas por su peso o sus facciones, intimidación, falta de apoyo, abuso económico, agresiones y violencia simbólica.
A pesar de la presión de los usuarios en redes sociales, Lupita Jones seguirá al frente del certamen nacional y será la encargada de preparar a Andrea Meza para Miss Universo. Esperemos que esta vez, su certamen sí sirva para empoderar a la mujer mexicana.
El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.