Chihuahua es pionero en materia de justicia, pues fue el primer estado de México, y por mucho, en establecer los juicios orales como parte de un moderno sistema procesal penal, entre otras medidas de vanguardia, pero poco después esos avances se han ido desvaneciendo en un mar de retrocesos que nos están regresando a los usos y costumbres judiciales de siempre.
Otro signo de la politización de la justicia es el nombramiento de magistrados a partir de su perfil partidista, la construcción de una Ciudad Judicial opaca que en cada rincón huele a desfalco, y muy notoriamente el hecho de que la justicia no mide con la misma vara a los acusados.
Un ejemplo es el caso del ex alcalde Marco Adán Quezada, quien más allá de si es culpable o no por otorgar recursos a una asociación civil sin licitación de por medio, muestra que lo que se persigue no es el delito, sino la desobediencia al gobernador, y no se premia la honestidad, sino la complicidad y cercanía con el mandatario.
El gobernador Duarte, acusado por peculado, enriquecimiento ilícito y uso indebido de funciones, entre otros delitos, quiere aplicar todo el peso de la Ley no para hacerla cumplir, sino para sacar de la contienda a sus rivales, a la mala, y así hacer lo que ha hecho todo el sexenio: imponer a sus cercanos en posiciones clave y saquear todo lo que se pueda, y hasta lo que no, al fin que para eso se pide prestado a nombre de los chihuahuenses.
Más allá de si es correcto asignar obras o prestaciones de servicios sin licitación de por medio, el hecho es que es legal, que lo hacen y lo han hecho buena parte de los alcaldes pasados y actuales, y el convenio por 17 millones de pesos pagado por la realización del fatídico Aeroshow no violó la Ley. O todos coludos o todos rabones.
Otra muestra de que hay mano negra es que en los ejercicios fiscales 2011, 2012 y 2013 no se detectaron irregularidades en las auditorías, pero en 2014, con las elecciones acercándose, resultó que siempre sí había un cúmulo de delitos aberrantes que debían ser perseguidos de inmediato, y parece que el Gobierno del Estado es el único empecinado en violar la Ley, pues continúa con el procedimiento judicial contra el ex alcalde a pesar del amparo federal que lo impide.
Según el mandatario estatal, el proceso contra Quezada no es iniciativa suya, todo chido con él, pero ahora sí está muy apresurado a cumplir la recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, igual que todo, según su conveniencia y conforme se acerca la contienda electoral, ya que durante año y medio estuvo congelada y fue recientemente que se calentó. Se la tenían guardadita.
Hoy se llevará a cabo la audiencia de vinculación a proceso contra el ex alcalde, quien tiene con los colmillos afilados a sus abogados y operadores políticos. No se trata de defenderlo, sino de que la ciudadanía presione para que la Ley se ejecute por la Ley misma, igual para todos, y no que sea una resortera para que quienes mandan se limpien a pedradas el camino que no pueden limpiarse con votos. Sobre las denuncias con un “arsenal de pruebas” contra el gobernador ¿qué se ha avanzado? Que caiga quien por sus actos tenga que caer, parejito.
Siguiendo con la sucesión por la gubernatura, parece que los papeles se voltearon, pues mientras la inquebrantable unidad priísta está quebrada, los panistas, rabiosos como son ellos, han logrado masticarse los cachetes para sonreír en la foto y hacer de tripas corazón para comer juntos sin escupirse entre ellos.
En una actuación digna de un Óscar, se reunieron ayer en un restaurante chihuahuense el senador Javier Corral, los diputados federales Juan Blanco y Gustavo Madero, el alcalde Jaime Beltrán del Río, y un señor que se sentó ahí que dijo llamarse Carlos Angulo.
Madero sigue con su payasada de que no quiere y que no quiere. ¿Y si no quiere entonces para qué va a la reunión de aspirantes? Simplemente una de sus jugadas de tres bandas que nadie le compra, pues se sabe que trae a su gente lista pero calladita para no hacer ruido. El problema es que en el caso de quienes tienen un cargo público es si estarán dispuestos a dejar la ubre pequeña para buscar formalmente la grande. La unidad es cosmética, pero es unidad, y se prometieron (sin ánimo de cumplir) que el elegido llevará el apoyo de todos.
Volviendo del lado priísta, el que quiere llegar por la puerta de atrás, directo y sin rasparse, es el empresario Eugenio Baeza Fares, quien con sus winis y salchichas cancerígenas (según la OMS) no está conforme y por eso se reunió en privado con Manlio Fabio Beltrones, un privilegio que ni los más adelantados han logrado, por lo que hay especulaciones de todo tipo, pero sobre todo de esas que acalambran a los demás aspirantes, pues no saben qué se dijeron ni en qué quedaron, pero de que hablaron de la gubernatura, no hay duda, ni modo que de winis.
La que también anda tendida es Maru Campos, quien ayer fue recibida por el alcalde Javier Garfio, como muestra de que no trae bronca con los panistas, a quienes les salió bien el teatrito de la detención arbitraria y ahora quieren capitalizarlo lo más posible, pero pues la raza no les hace caso, ya sabe cómo son de escandalosos.
Pese a todo, el encuentro fue cordial, pues tanto Maru como Garfio saben que el pleito no es personal, cada uno juega su papel, uno como alcalde y otra como aspirante a sucederlo. Se apretaron las manos y acordaron seguirse dando hasta con la maceta, pero con todo el respeto y la cordialidad del mundo.
Pasando a la grilla empresarial, el Consejo Coordinador Empresarial está reaccionando, por un lado contra el aumento al transporte y el desorden en el Vivebús, que los afecta al llegarles tarde toda la raza y limitar la movilidad de todo, sobre todo de clientes, pero parece que les enchiló más el anuncio del replaqueo por 1,200 pesitos, nada para un billetudo, pero doloroso si se toman en cuenta las flotillas de empresas grandes, a lo cual se suman las multas pendientes que tendrán que pagar. Ya hasta hay juntas de firmas en Change.org y se viene una embestida contra la medida, que aseguran, acabarán por abortar por la presión. No pasará, dicen.
En la Cámara Nacional de Comercio el pleito es con ellos mismos, pues luego de que el juez Segundo de Distrito, Juan Zamora, declarara inválida la asamblea en la que fue electo Carlos Fierro Portillo, han seguido haciendo como que la virgen les habla, pues siguen a las órdenes de Maurilio Ochoa, interlocutor de César Duarte.
Como ya lo dijimos, la Canaco sufre los vicios y la degradación de los partidos políticos, que la han invadido totalmente y la han convertido en un organismo que representa los intereses del priísta en turno y ni de chiste de los comerciantes, que en su mayoría ni participan ni votan ni son tomados en cuenta de ninguna manera. La división en el PRI ya permea a buena parte de sus satélites y pinta que se agravará próximamente. Ayer varios expresidentes de la Canaco aplaudieron la decisión del juez y están con todo contra Palacio, pues son leales a sus antiguos liderazgos, esos que amenazan con volver.
Donde sigue la grilla es en el Colegio de Periodistas de Chihuahua. Nos cuentan que ayer se llevó a cabo una asamblea ‘espuria’, pues se convocó a apenas un puñado de alineados a un grupo golpista, mientras que hoy se convocó otra, esta sí para todos, en la que se sabrá si el grupo que se dice abierto y democrático realmente trae las canicas consigo y esa legitimidad que tanto cacaraquea. Curioso, pero en el medio periodístico, donde se supone que son expertos en la comunicación, no saben sentarse a dialogar.