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Chihuahua

Rarámuris y Tepehuanos pueden estudiar primaria y secundaria en su lengua materna

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Miles de jóvenes y adultos indígenas están aprendiendo a leer y escribir no solo en su lengua materna, también lo hacen en español, sin modificar o alterar sus costumbres, lo que les permite continuar estudiando y preparándose para  integrarse más a la sociedad.

En lo que va del año más de 2 mil 898 personas de comunidades indígenas recibieron atención educativa, principalmente en Guachochi, Bocoyna y Guadalupe y Calvo, quienes han concluido algún nivel educativo, ya sea aprender a leer y escribir, primaria o secundaria.

De acuerdo con Eberto Javalera, director general del Instituto Chihuahuense de Educación para los Adultos (ICHEA), actualmente en la sierra Tarahumara son mil 147 indígenas quienes se encuentran estudiando algún nivel educativo en la institución, a través del Modelo Educación para la Vida y el Trabajo (MEVyT)  en su  vertiente Modelo Indígena Bilingüe (MIB).

“Este modelo tiene como propósito alfabetizar a la población a través del desarrollo de competencias básicas de lectura y escritura en base a su vida cotidiana, así como el aprendizaje del español como segunda lengua”, dijo el funcionario.

El ICHEA está presente en todos los pueblos y comunidades del estado con población indígena, principalmente en los municipios de Guachochi, Balleza, Bocoyna y Urique, atendiendo a los educandos en la lengua rarámuri, mientras que en las comunidades de Guadalupe y Calvo se alfabetiza a los tepehuanos en ódami, además de ofrecerles este servicio en la capital y Ciudad Juárez a los indígenas que migran en busca de una mejor calidad de vida.

Para brindar atención y educación de calidad, el ICHEA trabaja con 5 módulos o libros  de aprendizaje y de manera simultánea con materiales y contenidos educativos en lengua originaria y en español, elaborados por personas indígenas hablantes de estas lenguas y asesores especializados del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), apoyándose en la propia comunidad que domina su lengua de manera oral y escrita.

La alfabetización y la educación básica en lengua materna opera gracias a las coordinaciones de zona ubicadas en la Sierra Tarahumara, con la participación de alfabetizadores solidarios, indígenas hablantes de la lengua rarámuri u ódami y el personal que constantemente está en cursos de formación educativa.

Chihuahua

Inicia temporada de caza deportiva en el estado de Chihuahua

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– La actividad es coordinada por el Departamento de Vida Silvestre, de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología

La Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (SDUE) anunció el inicio de la temporada de caza deportiva, en predios o ranchos registrados como Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA).

La actividad, también conocida como “turismo cinegético”, es coordinada por el Departamento de Vida Silvestre para contribuir a la conservación de la fauna silvestre a través del aprovechamiento sustentable e impulsar el desarrollo económico en el sector rural.

Este ejercicio asentado legalmente en el territorio desde 1952, además promueve una reproducción y mejora en la genética, contribuye a la conservación de la fauna y proporciona experiencias a los cazadores

Desde 2005 se cuenta con un convenio de asunción de funciones en materia de vida silvestre, firmado con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), mediante el cual se descentralizaron 20 trámites que anteriormente atendía el Gobierno Federal.

Entre esos trámites se encuentra la solicitud de “Autorización de Aprovechamiento Extractivo de Ejemplares, Partes o Derivados”, actividad sustentada en el la Ley General de Vida Silvestre y su Reglamento, misma que lo maneja y aplica como Aprovechamiento Extractivo.

Las especies de valor cinegético que se permite aprovechar en Chihuahua son: venado cola blanca, venado bura, coyote, puma o león de montaña, pecarí de collar, conejo, liebre, codorniz, guajolote silvestre, palomas, aves acuáticas migratorias como gansos, patos, gallaretas y grulla gris, además del jabalí europeo y borrego berberisco.

Para ser avalado el aprovechamiento, el interesado debe cumplir con requisitos precisos con base en el Reglamento de la Ley, que incluyen el contar con un predio registrado como UMA y tener un Plan de Manejo elaborado por un responsable técnico registrado, ante la Dirección General de Vida Silvestre.

En dicho Plan debe señalar qué especies va a aprovechar, solicitar la tasa de aprovechamiento con base en un censo de población de las especies de interés y que estas sean silvestres que se distribuyen de manera natural en el país.

Los interesados deben demostrar que las tasas solicitadas sean menores a la de renovación natural de las poblaciones sujetas a aprovechamiento, en el caso de ejemplares de especies silvestres en vida libre y que no tendrá efectos negativos sobre las poblaciones.

De acuerdo con el número de ejemplares autorizados, se realiza el pago de derechos en Recaudación de Rentas por el concepto de “cintillos de cobro cinegético”, que se fijará al animal aprovechado.

El “cintillo” es un sistema de marca foliado que contiene los datos de la UMA, número de registro, especie autorizada, número de posesión, municipio donde se ubica la UMA y temporada de aprovechamiento, para acreditar su legal procedencia.

A la fecha se cuenta con aproximadamente 250 UMA activas en la entidad, algunas de ellas brindan servicios cinegéticos desde el transporte aeropuertos- ranchos, cocineros, hospedaje, guías, trofeos y los trámites de exportación de las especies.

En el caso de la especie de Borrego Cimarrón, se cuenta con un Programa del Gobierno del Estado que se lleva a cabo en convenios con algunas UMA, con la finalidad de asegurar la correcta conservación y manejo de estos ejemplares.

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