El presidente Andrés Manuel López Obrador desmintió la versión de que ayer no quiso contestar una pregunta sobre la desaparición de los 5 jóvenes de Lagos de Moreno, Jalisco, y que además se burló con un chiste.
Ayer al final de la conferencia, ya cuando habíamos terminado empezaron a gritar y no escuché nada, tan es así que por eso conté ese chiste y sin ningún fundamento, de manera perversa, sostuvieron todo el día de ayer en la prensa vendida y alquilada de que yo me había burlado cuando me preguntaron sobre los jóvenes que asesinaron y desaparecieron en los Altos de Jalisco”, dijo.
El mandatario afirmó “no escuché” y acusó a sus adversarios “conservadores” y a una “aspirante a la presidencia corrupta” de orquestar “una mentira, una infamia” sobre lo sucedido ayer al finalizar la conferencia.
“Toda una mentira, una infamia; ellos son capaces, no somos iguales. Yo tengo principios, soy un hombre de sentimientos no me puedo burlar del dolor, de la desgracia de los demás, nunca lo he hecho, por eso quería iniciar esta conferencia de esa forma”, indicó.
Afirma AMLO que no esuchó
El Presidente pidió transmitir el momento de la conferencia de ayer en donde se escucha que le gritan varias preguntas, entre ellas lo de los jóvenes, pero afirmó: “No escuche, no escuché”.
“¿Ustedes creen que si yo escucho que me están preguntando sobre eso no no contestó?, pero que cosa, era puro grito, no escucho, lo interpretan como que no quise yo responder, sino que además me burlé: son unos perversos, no pasarán”, sentenció.
El Presidente aclaró que no ofrecía disculpas, porque lo sucedido ayer fue un invento.
“Nada más aclarar eso, no tengo porqué ofrecer disculpas porque sencillamente fue un invento y estamos atendiendo el tema lamentable del asesinato de estos jóvenes, pero vienen algunos aquí a buscar las podridas y cuando no las encuentran, las inventan, afortunadamente la gente nos tiene confianza y saben que nosotros no somos perversos, no somos como ellos, por eso no pasarán, lo que me diga mi dedito”, indicó.
‘México no es democrático ahora’: Ernesto Zedillo crítica el gobierno de Sheinbaum
Ernesto Zedillo cuestionó las políticas de Claudia Sheinbaum y afirmó que México no es actualmente el país más democrático del mundo.
Ciudad de México.- En el marco del Seminario de Perspectivas Económicas 2025, organizado por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), el expresidente Ernesto Zedillo reflexionó sobre el panorama político y democrático que atraviesa la República Mexicana.
En el evento, afirmó que, aunque el país está enfrentando desafíos importantes, estos momentos también deben verse como una oportunidad para lograr avances hacia una democracia más sólida y funcional.
Zedillo contrastó sus ideas con una declaración reciente de la presidenta Claudia Sheinbaum, en la cual aseguraba que “quizá México sea el país más democrático del mundo”.
El expresidente señaló al respecto: “No es el país más democrático del mundo ahora”, pero si esa es su aspiración, y es una en la que estoy seguro, todos los mexicanos la respaldaríamos con gran entusiasmo.
Nuestra presidenta, que haga lo necesario para que, efectivamente, cumpla con lo dicho en su declaración y sea incluso una mejor democracia que hoy, y mucho mejor de lo que ha sido en estos últimos meses”.
Durante su intervención, el exmandatario lanzó fuertes críticas al actual gobierno morenista, calificando como preocupante el proceso de debilitamiento de las instituciones democráticas.
Aseguró que el país no debe transformarse en una “autocracia de partido hegemónico” ni depender de un “caudillo” con poder absoluto desde la presidencia.
Entre sus propuestas, Zedillo sugirió que se incluyan artículos transitorios en la Constitución para pausar las recientes reformas que, en su opinión, amenazan la democracia y el Estado de derecho.
Propuso, además, eliminar la figura de revocación de mandato, calificándola como una “barbaridad” que carece de sentido en un sistema presidencialista.
Finalmente, instó a Sheinbaum a gobernar con autoridad y bajo las reglas democráticas para fomentar la unidad nacional y reconstruir las instituciones que, aunque imperfectas, sostuvieron la democracia en México en las últimas décadas