El hecho de saber detectar los síntomas de alerta de los males respiratorios propicia una recuperación más rápida y efectiva y evita que la enfermedad evolucione. Especialistas de Pensiones Civiles del Estado (PCE) señalan que la confusión en el tratamiento y la automedicación, muchas veces, conducen a complicaciones, y en relación a eso explican una serie de signos que deben ser atendidos para evitar que se agrave un cuadro de afectación respiratoria.
El foco de alerta se prende cuando aparecen los síntomas neurológicos como la irritabilidad, rigidez de nuca, dolor de cabeza, vómito persistente en proyectil, confusión, alteración del estado de alerta, mareo, pérdida del equilibrio, somnolencia. Le sigue la dificultad respiratoria que se manifiesta en tiros intercostales, coloración azul o marmórea de los labios o la piel. Otro de los signos es la alteración del volumen urinario, que puede ser la disminución en la frecuencia o cantidad de orina diaria o ausencia de micciones. Vómito persistente y erupción purpúrica completan el cuadro que requiere valoración médica inmediata.
Si ya tiene detectada una infección respiratoria, se recomienda seguir los siguientes pasos:
- Acudir a valoración médica.
- Elevar la cabecera de la cama.
- Reposar lo más que pueda.
- Hacer terapia de inhalación de vapor y aseos nasales con agua de mar.
- Mantener la dieta habitual con incremento de líquidos (volumen y frecuencia), sobre todo en caso de fiebre y con mal manejo de secreciones.
- Tomar bebidas tibias.