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México

Recorte de 239,700 mdp al gasto en el 2017; Pemex, la más afectada

Ante un entorno complejo a nivel mundial, para el 2017 el gasto público del país tendrá el recorte más alto en lo que lleva el sexenio de Enrique Peña Nieto por un monto de 239,700 millones de pesos, siendo Petróleos Mexicanos (Pemex), una vez más, el sacrificado, pues de este total se le ajustará a su presupuesto 100,000 millones de pesos.

Este recorte representa 1.2% del Producto Interno Bruto (PIB) y es mayor en 70,300 millones de pesos respecto del recorte al gasto público que se hizo en este año por 169,400 millones de pesos.

En su primera función como titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y al entregar el Paquete Económico del 2017, José Antonio Meade indicó que los recortes se concentraron en todas las secretarías del gobierno federal, en la contención de los servicios personales, en el gasto de operación y en algunos programas presupuestarios.

Comentó que se priorizó el gasto en infraestructura de las obras en ejecución, como el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) y los trenes suburbanos de Toluca y Guadalajara, así como los programas sociales.

Las dependencias que más registraron recortes en su presupuesto para el 2017 fueron: la Sedatu, con una reducción del 39.7%; Economía, con 37.5%, y la Sagarpa, con 29.1%, respecto del Presupuesto de Egresos de la Federación del 2016.

Si bien el secretario comentó que no se afectaría la inversión, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes tuvo una reducción en su presupuesto de 28.5 por ciento.

“Este paquete reconoce que nos cambió el entorno, la circunstancia y que nos cambió estructuralmente (…) Es un paquete responsable y que es importante para dar aliento y certeza sobre la economía mexicana ante un contexto económico difícil, por lo que se están dando señales de certidumbre en lo que sí estamos avanzando”, expresó Meade al entregar este paquete que incluye el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación, la Iniciativa de la Ley de Ingresos de la Federación y el Código Fiscal de la Federación.

De esta manera, para el 2017, el gobierno federal tendrá ingresos presupuestarios por 4.3 billones de pesos, que significaría un crecimiento de 0.4%, en términos reales, respecto de lo aprobado en la Ley de Ingresos de la Federación del 2016.

Lo anterior se deberá en gran parte a que en los ingresos tributarios se espera obtener una recaudación total por 2.7 billones de pesos, un aumento de 9.7%, respecto a lo observado en la Ley de Ingresos del 2016; en contraste, en los ingresos petroleros, se tendrá una reducción de 15.7% con un total de 769,900 millones de pesos.

“Se mantiene el compromiso con el Acuerdo de Certidumbre Tributaria, pues no se crean nuevos impuestos, ni se incrementan las tasas de los existentes”, aseveró.

“Estamos presentando un paquete que no es inercial, que es estructuralmente distinto y sostenible”, reiteró el funcionario.

Indicó que para el 2017, la economía mexicana presentará un crecimiento entre 2 y 3%; se manejará una inflación de 3%, así como un precio de la mezcla mexicana de 42 dólares por barril.

Comentó que para el próximo año el gasto neto del sector público será por 4.8 billones de pesos, que significará una reducción anual real de 1.7 por ciento.

Sin embargo, dijo, el gasto no programable se incrementará en 12. 2%, el cual se deberá a las participaciones federales que se entreguen, las cuales tendrán un incremento real de 5.3 por ciento.

 

 

El Economista

México

“Llamarme ‘Andy’ es quitarme el legado de mi padre”: hijo de AMLO pide que lo llamen por su nombre completo

Ciudad de México.– Andrés Manuel López Beltrán, hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador, hizo un llamado público para que dejen de referirse a él con el diminutivo “Andy”, al considerar que esa forma de nombrarlo minimiza su identidad y el legado político de su padre.

Durante su intervención en La Moreniza, programa semanal producido por Morena y conducido por la presidenta del partido, Luisa María Alcalde, López Beltrán expresó su molestia con firmeza: “Yo me llamo Andrés Manuel López Beltrán, y mi más grande orgullo es llamarme como el mejor presidente que ha tenido este país. Llamarme ‘Andy’ es demeritar eso, es quitarme ese legado, quitarme ese nombre”.

La declaración llega en un momento en que López Beltrán, actual secretario de Organización del partido guinda, comienza a tener una presencia más activa en los espacios públicos del movimiento que fundó su padre. El comentario, aparentemente espontáneo, dejó ver una sensibilidad personal, pero también un intento de construir una identidad propia, vinculada directamente al apellido y a la figura presidencial de su padre.

“Les da miedo porque saben lo que vale el nombre y el legado de Andrés Manuel López Obrador”, añadió, al referirse a quienes lo llaman “Andy”, ya sea en medios de comunicación, redes sociales o espacios opositores. “Ojalá dejen de llamarme con diminutivos y nombres que no son el mío”, insistió.

Aunque para algunos el apodo pueda parecer irrelevante, López Beltrán dejó claro que considera el asunto simbólicamente importante: “Andrés Manuel López Beltrán (prefiere ser llamado). No, Andrés López Beltrán. No, ‘Andy’ López. Etcétera”, subrayó.

En un tono más reflexivo, también reconoció que su cercanía familiar con el expresidente lo ha colocado en el centro de críticas mediáticas: “Es evidente que no es conmigo. Es evidente que quien fue el presidente más atacado de la historia, yo creo que hasta más que el presidente Madero, fue Andrés Manuel López Obrador. Y en cierta forma, estoy heredando el trabajo de esos medios de comunicación”.

Las palabras de López Beltrán fueron respaldadas por Luisa María Alcalde, quien coincidió en que existe una campaña persistente de desprestigio contra quienes forman parte del entorno del exmandatario. Alcalde, que ha sido una de las figuras más cercanas a López Obrador tanto en el gabinete como en Morena, no solo lo secundó sino que también dio espacio a que el hijo del expresidente se explayara durante el programa.

La reacción en redes sociales fue inmediata. Mientras simpatizantes aplaudieron la defensa del nombre y el apellido presidencial, sectores críticos ironizaron la declaración y revivieron señalamientos de presunto nepotismo y falta de méritos propios. La etiqueta #Andy se colocó en tendencias durante varias horas, lo que paradójicamente podría intensificar el uso del apodo que busca eliminar.

López Beltrán ha mantenido un perfil relativamente bajo en comparación con otros hijos de figuras públicas, aunque su nombre ha estado presente en controversias mediáticas sobre temas patrimoniales, contratos y vínculos empresariales. Sin embargo, en los últimos meses, ha dado pasos visibles dentro de la estructura de Morena, preparando el terreno para un rol más protagonista dentro del partido.

El mensaje parece entonces apuntar a una estrategia de consolidación: dejar atrás los apelativos informales y posicionarse con su nombre completo como una figura que busca el respeto político y el reconocimiento directo por el linaje que representa.

En tiempos donde los símbolos importan tanto como los hechos, Andrés Manuel López Beltrán quiere ser llamado como tal. No “Andy”.

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