Afectados por la recesión que atraviesa Brasil, los organizadores de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro anunciaron que reducirán gastos para mantener un presupuesto balanceado.
Los encargados dijeron que reducirán voluntarios, personal en eventos de prueba y los costos de las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos.
Es un presupuesto muy estricto», dijo Sidney Levy, director de operaciones del comité organizador. «No habrá excesos, pero tampoco vamos a poner en riesgo lo esencial».
El anuncio de las medidas de austeridad se produce justo cuando cientos de periodistas de todo el mundo llegan a Río esta semana para visitar las sedes olímpicas y reunirse con los organizadores para conocer cómo serán administrados los Juegos, que comienzan el 5 de agosto de 2016.
Mario Andrada, vocero del comité organizador, dijo el martes que los recortes fueron decididos en una revisión del presupuesto. Calculó que, si no se hacían, los gastos superarían los ingresos «por alrededor de 10 por ciento».
Muchas áreas tienen gastos innecesarios en su planificación», dijo Andrada. «Lo que estamos tratando de hacer es identificar si hay gastos innecesarios».
El presupuesto del comité organizador se mantuvo en siete mil 400 millones de reales (2 mil millones de dólares), una cifra que no incluye el costo de construir sedes, líneas del metro, carretera y otras obras de infraestructura relacionadas con los Juegos.
Los ingresos para los gastos operaciones provienen de la venta de boletos, patrocinadores locales, venta de mercancía y derechos, y una contribución del COI.
Andrada indicó que los recortes incluyen la reducción de material impreso, cambios en los «gastos tras bastidores» que no ven los fanáticos, y utilizar hasta 10 mil menos voluntarios, a quienes no les pagan.
Los planes originales eran utilizar 45 mil voluntarios para los Olímpicos y 25 mil para los Paralímpicos.
Estamos tratando de ver si los voluntarios que trabajarán en los Olímpicos pueden hacer el mismo trabajo en los Paraolímpicos», señaló. «Si lo conseguimos, ahorraremos algo de dinero».
Además de no recibir salario, los voluntarios tienen que costear su hospedaje. Sin embargo, reciben uniformes, transportación hasta las sedes y comidas.
El real brasileño perdió el 70% de su valor contra el dólar en el último año, y la inflación llegó al 10%. Se espera que la economía continúe en recesión durante los Juegos.
Cuando Río ganó la sede en 2009, el gobierno federal tenía un fondo de emergencia de 700 millones de dólares para costear cualquier sobregiro. Sin embargo, los organizadores han prometido no usar ese dinero, en medio de la crisis.
Fuente Excélsior