La actriz Kate del Castillo confirmó que visitará México en las próximas fiestas navideñas, un viaje que supone finalizar una ausencia de más de dos años tras los problemas legales que afrontó por el encuentro que tuvo con el narcotraficante Joaquín «El Chapo» Guzmán.
La mexicana confesó a estar ilusionada por visitar a sus padres y disfrutar de unos días de descanso durante el parón de fin de año, en los que además estará en su casa de Los Ángeles, donde se instaló desde el controvertido encuentro que mantuvo en 2015 con el narcotraficante mexicano, ahora en prisión en Nueva York.
La protagonista de «La Reina del Sur» manifestó que a pesar de que los temas judiciales en su país están resueltos no sabe si va a «poder entrar a México sin ningún problema», aunque confía en que no se registren imprevistos.
Aseveró que la decisión de regresar no ha estado motivada por el cambio de Gobierno en México, ahora al mando de Andrés Manuel López Obrador, y remarcó que no necesita «la luz verde de nadie» para entrar a su país.
«El caso está cerrado legalmente, nadie tiene que hacerme ningún favor, no lo necesito porque no he hecho nada malo y no necesito ninguna aprobación de ningún Gobierno», agregó.
La mexicana, quien hace poco volvió a la pantalla con la segunda temporada de la serie «Ingobernable», presentó hoy en Miami su tequila Honor y en un encuentro con la prensa se mostró esperanzada de que la Presidencia de López Obrador pueda lograr que finalmente se respeten los derechos humanos en su país.
La actriz interpuso una demanda ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en la que alegó que sus derechos fueron violados cuando el Gobierno del ahora expresidente Enrique Peña Nieto filtró información falsa sobre ella y sobre su relación con «El Chapo».
«Es necesario que los que tenemos las posibilidades de ir a Washington y gastar el dinero, vayamos y hablemos», dijo.
Se confesó abierta a mantener una reunión con el actual jefe del Ejecutivo mexicano, pero pidió que los miembros del nuevo Gobierno se enteren completamente de su caso.
«No tengo nada que esconder, ni tengo que pedir ningún favor. Es cuestión de que se pongan a leer mi caso y que se enteren de qué se trata», alegó.
Dijo que lo primero que hará en cuanto pise territorio mexicano será ir a casa de sus padres, Eric del Castillo y Kate Trillo, «y llevarlos a una taquería».
«Me muero por comer unos tacos mexicanos y unos frijolitos», añadió.
La actriz ve «casi seguro» que, de no mediar contratiempos con su regreso, se ruede la tercera temporada de «Ingobernable» en México. «Creo que ya es hora de hacerla ahí porque habla de la Primera Dama de México y ella aún no ha estado (en el país)», indicó.
El nombre de la actriz salió a relucir en enero de 2016 cuando la revista Rolling Stone publicó un artículo firmado por el actor Sean Penn en el que describe un encuentro que él y Del Castillo sostuvieron con el líder del cártel de Sinaloa en octubre de 2015, cuando este era prófugo de la justicia.
Tras darse a conocer la noticia, la Procuraduría General de la República investigó si la intérprete había recibido recursos de Guzmán, de quien quería hacer una película sobre su vida.
La actriz había tenido contactos con el Chapo -detenido el 8 de enero de 2016 y hoy enjuiciado en Estados Unidos- durante meses por mensajes telefónicos y a través de sus abogados.
Aunque la PGR archivó hace un año el caso de manera definitiva la actriz, no obstante, sabe que aquel «no es un capítulo cerrado».
«Sigo siendo parte de eso y toda la vida me van a seguir relacionando, pero soy eso y muchas cosas más», comentó.
Dejó claro, sin embargo, que no se arrepentía de nada e incluso, aunque no figura entre sus planes más inmediatos, no ha descartado hacer «una película, un documental o una serie» sobre la vida de «El Chapo».
Al fin y al cabo, es la única persona que tiene los derechos para explotar la imagen del narcotraficante, tal como recordó hoy.