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Salud y Bienestar

Reino Unido se convierte en el primer país en aprobar un antiviral oral para tratar el Covid-19

La Agencia Reguladora de Medicamentos de Reino Unido (MHRA, por sus siglas en inglés) aprobó este jueves el primer medicamento oral diseñado para tratar la covid-19 sintomática.

La pastilla, molnupiravir, podrá administrarse dos veces al día a pacientes que han dado positivo en un test y que presentan al menos un factor de riesgo para desarrollar la enfermedad grave.

Desarrollada originalmente para tratar la gripe, redujo el riesgo de hospitalizaciones y muertes a la mitad durante los ensayos clínicos.

El ministro de Salud británico, Sajid Javid, dijo que el tratamiento es «revolucionario» para los más vulnerables e inmunodeprimidos.

Molnupiravir fue diseñado por las farmacéuticas estadounidenses Merck, Sharp y Dohme y Ridgeback Biotherapeutics.

Se trata del primer medicamento antiviral oral para la covid-19.

La píldora ataca la encima que utiliza el virus para replicarse, e introduce así errores en de su código genético.

El molnupiravir bloquea la habilidad del coronavirus de replicar copias de sí mismo dentro del cuerpo.

Esta acción prevendría su multiplicación, manteniendo baja la carga viral y reduciendo la gravedad de la enfermedad.

Merck dijo que este mecanismo debería hacer que el tratamiento sea igual de efectivo ante las nuevas variantes del virus que puedan surgir.

La MHRA anunció que la tableta fue autorizada para usarse en personas con sintomatología leve a moderada y con al menos un factor de riesgo asociado a mayor gravedad del síndrome, como la obesidad, edad avanzada, diabetes y padecimiento coronario.

La directora ejecutiva del organismo, la doctora June Raine, lo describió como «otra terapia a añadir a nuestra armadura contra la covid-19».

«Es el primer antiviral en el mundo que se aprueba para esta enfermedad y que puede tomarse oralmente en lugar de administrarse por vía intravenosa», añadió.

Podrá así tomarse en casa o fuera del hospital, antes que la enfermedad evolucione a un estado más grave.

Revista

La grasa abdominal profunda: el enemigo silencioso que envejece tu cuerpo y tu mente

Oculta bajo la piel y rodeando órganos vitales como el corazón, el hígado y los riñones, la grasa visceral representa una de las amenazas más serias para la salud metabólica y cerebral, incluso en personas delgadas. Más que un problema estético, esta grasa activa procesos inflamatorios que pueden desencadenar enfermedades como la diabetes tipo 2, el hígado graso, problemas cardiovasculares y, a largo plazo, deterioro cognitivo.

De acuerdo con el Dr. Andrew Freeman, especialista en prevención cardiovascular, la grasa visceral es un marcador de múltiples riesgos de salud, aun en quienes aparentan estar en forma. El fenómeno conocido como “skinny fat” —personas con peso normal pero con alta proporción de grasa interna— evidencia que la salud no siempre se refleja en el espejo.

El impacto va más allá del metabolismo. La neuróloga preventiva Kellyann Niotis advierte que este tipo de grasa libera compuestos inflamatorios que aceleran la atrofia cerebral y favorecen la aparición de placas beta-amiloides y ovillos de tau, señales asociadas con la enfermedad de Alzheimer, incluso desde los 40 o 50 años.

¿Cómo saber si la grasa visceral está fuera de control? La medida de la cintura es un primer indicio: más de 88.9 cm en mujeres y 101.6 cm en hombres eleva el riesgo, según los CDC. La masa muscular también importa: quienes tienen más grasa que músculo tienden a acumular esta grasa profunda. Estudios como la DEXA o básculas con medición de grasa corporal pueden ayudar a evaluar estos indicadores.

La buena noticia: es reversible. Freeman insiste en un enfoque integral con ejercicio cardiovascular diario (como caminatas rápidas de al menos 30 minutos) y entrenamiento de fuerza con resistencia. Ejercicios como desplantes, sentadillas, lagartijas y peso muerto movilizan grandes grupos musculares, aceleran el metabolismo y estimulan hormonas que mejoran la composición corporal.

Una alimentación basada en plantas, como la dieta mediterránea, también es clave. Rica en frutas, vegetales, granos enteros, aceite de oliva y pescado, esta dieta ha demostrado reducir la grasa abdominal y el riesgo de muerte por enfermedades crónicas, especialmente en mujeres.

El ayuno intermitente —comer solo durante una ventana de seis horas al día— puede ser un complemento efectivo, aunque no es apto para todos. La combinación de alimentación natural, entrenamiento funcional y periodos de ayuno puede “hacer magia” en la reducción de grasa visceral, señala Freeman.

En resumen, mantener el músculo, eliminar alimentos ultraprocesados, moverse cada día y reorganizar los horarios de comida no solo combate la grasa abdominal profunda, sino que extiende la salud física y mental hacia el futuro. Porque el verdadero “elixir de la juventud” no se compra: se construye con hábitos.

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