La muerte del joven de 17 años, Kendrick Johnson fue bastante terrible para sus padres. Luego surgieron las dudas acerca de la conclusión de los investigadores, de que se trató de un accidente.
Sin embargo, el descubrir que el cuerpo y cráneo de su hijo había sido rellenado con periódico antes del entierro, le agregó una nueva y horrenda dimensión a su angustia, y alimentó aún más su escepticismo respecto a los hallazgos oficiales.
«Nos han decepcionado otra vez», su padre, Kenneth Johnson, le dijo a CNN. «Cuando enterramos a Kendrick, pensamos que estábamos enterrando a Kendrick, no a la mitad de Kendrick».
Kendrick Johnson fue hallado muerto en un gimnasio en la escuela secundaria del condado de Lowndes en enero. Los examinadores médicos del estado concluyeron que el atleta que practicaba tres clases de deporte, se había asfixiado luego de quedar atrapado en una colchoneta enrollada mientras trataba de alcanzar un tenis.
Sus padres, Kenneth y Jacquelyn, nunca creyeron esa explicación. Obtuvieron una orden judicial para que se exhumara el cuerpo de su hijo, y se realizara una segunda autopsia en el mes de junio.
Durante una autopsia, órganos internos se sacan y examinan antes de que el cuerpo sea enterrado nuevamente. Sin embargo, cuando el Dr. Bill Anderson, el patólogo privado que llevó a cabo la segunda autopsia, abrió los restos del joven, el cerebro, el corazón, los pulmones y otras vísceras no estaban ahí. No había ningún órgano desde la pelvis hasta el cráneo.
«No estoy seguro en este momento de quién no regresó los órganos al cuerpo», dijo Anderson. «Pero sí sé que cuando recibimos el cuerpo, los órganos no estaban ahí».
Dos entidades tuvieron custodia del cuerpo de Kendrick Johnson después de su muerte: la Agencia de Investigación de Georgia (GBI, por sus siglas en inglés), la cual llevó a cabo la primera autopsia en enero, y la funeraria Harrington Funeral Home en Valdosta, la cual se encargó del embalsamamiento y entierro del joven.
Sherry Lang, vocera de GBI, le dijo a CNN que después de la autopsia «los órganos fueron colocados dentro del cuerpo de Johnson; el cuerpo se cerró y luego se envió a la funeraria». Ése es el procedimiento normal, dijo Lang.
La funeraria no hizo comentarios para CNN. Sin embargo, en una carta al abogado de los Johnson, el dueño de la funeraria, Antonio Harrington, dijo que la empresa nunca recibió los órganos del joven. Harrington escribió que los órganos «fueron destruidos a través de un proceso natural» debido a la posición del cuerpo de Kendrick Johnson al momento de su muerte, y «fueron desechados por la fiscalía antes de que el cuerpo fuera enviado de vuelta a Valdosta».
Rellenar un cuerpo con papel de prensa viejo y volantes de tiendas por departamentos «como si se tratara de un bote de basura», como Jacquelyn Johnson lo puso, no es exactamente la práctica estándar en la patología forense, ni está entre las tareas de un empleado de servicios funerarios. Vernie Fountain, fundador de una escuela de embalsamamiento en Misuri, se refirió a esto como «incongruente con los estándares de cuidado» en la industria. Y el Dr. Gregory Schmuck, presidente de la Asociación Nacional de Examinadores Médicos, le dijo a CNN, «Nunca había escuchado de esta práctica».
Los órganos normalmente se colocan en una bolsa plástica, la cual de regresa a la cavidad del cuerpo después de una autopsia, le indicó Schmunk a CNN en un correo electrónico. Si bien los órganos individuales pueden quedar fuera para someterlos a más pruebas, escribió, «No puedo imaginar ninguna circunstancia en la que se dejen fuera todos los órganos».
Las funerarias cuentan con la autorización de la oficina del Secretario de Estado de Georgia, la cual ha iniciado una investigación sobre la forma en que se trató el cuerpo de Johnson, indicó Jared Thomas, un vocero de la agencia.
Anderson, quien fue contratado por la familia Johnson para realizar una segunda autopsia, encontró que Kendrick Johnson había recibido un golpe en el lado derecho de su cuello que «concordaba con una herida ocasionada intencionalmente». Al debatir el hallazgo de la autopsia del estado de asfixia posicional, concluyó que el joven había muerto como resultado de una «inexplicable herida no penetrante, que aparentemente no fue accidental».
Además imágenes de la escena donde ocurrió la muerte, obtenidas exclusivamente por CNN, ha llevado a un antiguo agente del FBI a cuestionar la manera en que Johnson murió: «Creo que el caso de este joven no fue un accidente», dijo Harold Copus, ahora un investigador privado de Atlanta.
Chris Prine, policía del Condado de Lowndes, se reusó a discutir el asunto con CNN; se refirió a la muerte de Johnson como un caso cerrado. El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció en septiembre que no iba a iniciar una investigación de derechos civiles sobre este caso.
Sin embargo, los fiscales federales en el sur de Georgia se han reunido con representantes de la familia, y están considerando si abren o no su propia investigación, dijo Michael Moore, el fiscal cuyo distrito incluye Valdosta.
«Aquí hablamos de llegar a los hechos y a la verdad; queremos que la familia Johnson y la comunidad de Valdosta tengan confianza en el proceso», dijo Moore. «Estoy consciente del tiempo, y vamos a seguir adelante con el proceso».
Moore instó a cualquier persona con información acerca de la muerte de Johnson a contactar a su oficina. Los padres de Johnson han llegado a creer que la muerte de su hijo no fue un accidente, y el macabro descubrimiento acerca del cuerpo de su hijo ha aumentado ese sentir.
«Puedo decir que esto es insoportable», dijo Jacquelyn Johnson. «Lo único que te saca de la cama en la mañana es seguir en la lucha».
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