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Renací de mis cenizas para salvar a los chavos banda: ‘El Mijis’

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El cuerpo de Pedro Carrizales es un amasijo de cicatrices y tatuajes. Se lee como un libro que cuenta sus inicios como niño pandillero en México, el clímax indeleble de la muerte de su madre y un desenlace mítico, como el ave fénix esculpida en su pecho.

Inspirado en «la coherencia y tenacidad» del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, «El Mijis» -como lo apodaron las pandillas- salió de las drogas y las riñas para convertirse en diputado local en San Luis Potosí.

Este hombre de 39 años y ojos rasgados forma parte del séquito de legisladores electos el 1 de julio en todo el país bajo la bandera de Morena, un partido fundado hace cuatro años por López Obrador, quien con un discurso contra los privilegios de las élites arrasó en las elecciones.

«Renací de mis cenizas para salvar a los chavos banda (pandilleros). Cada muchacho salvado me da mucha paz y satisfacción, me quita pecados», dice Carrizales, quien es visto como uno de los símbolos de la transformación política en México, donde el otrora hegemónico partido PRI ha quedado casi anulado para dar paso a un abanico de izquierdistas.

Desde su trinchera, «El Mijis» se alineará con el proyecto del próximo presidente, quien busca acabar con la crisis de violencia atizando programas sociales en vez de centrarse en el combate militar antidrogas vigente desde 2006 y que ha causado cientos de miles de asesinatos y desapariciones.

«Ahí en mi distrito, donde los malos (narcotraficantes) van a tirar muertos, voy a poner canchas de básquet, teatros al aire libre», proyecta Carrizales, quien asumirá el 14 de septiembre como diputado local.

También quiere crear una «policía de barrio capacitada en el manejo de las emocionas para mediar en los conflictos entre las pandillas y vecinos. Que no lleguen como RoboCop, con las armas».

Y para los presos, buscará programas de trabajo. Así «cuando salen no encuentran a su familia desintegrada, ya tienen una vivienda, no tienen que estar robando», comenta en su violento barrio de San Luis Potosí capital.

López Obrador también ha propuesto una amnistía para algunos criminales, como menores reclutados de manera forzada por cárteles, y ha abierto foros con víctimas y especialistas para definir su estrategia de seguridad y discutir una posible legalización de drogas.

«Cambiar el sistema»

Mientras Carrizales crecía en una familia marcada por la violencia y la carencia, la banda «Los Chondos» le propinó golpizas antes de adoptarlo, a los 11 años, como su «segunda familia».

Llegaron el alcohol, drogas, riñas. «Una constante lucha y sobrevivencia», recuerda, atesorando sin embargo la otra cara de las pandillas.

«La banda te da el honor, fidelidad, no hay traiciones. En el barrio nadie te deja atrás, todos nos vemos iguales», dice.

De aquellos tiempos le quedan marcas de machete en la cabeza, heridas de cuchillo en el torso y marcas de los dientes que rompió en sus nudillos.

Pero las heridas invisibles son las más dolorosas, como no haber acompañado a su madre en su lecho de muerte.

«Me intenté suicidar cinco veces. Imagínese la culpa que sentía que ni siquiera pude despedirme de ella por andar pisteando (bebiendo). Duré dos meses en depresión, drogándome», lamenta.

Tras tocar fondo, «pasaron una serie de milagros»: su primer trabajo, la salida de las drogas, y su primera manifestación en protesta por los derechos de los albañiles, que le mostró su poder de convocatoria.

«Así empecé a ganar fama en la política», dice. «También gané respeto con las bandas porque empecé a darles trabajo a muchos chavos (pandilleros), a mediar la paz, a ayudarlos a salir adelante».

Ganó además su famoso sobrenombre. Carrizales llamaba cariñosamente a los pandilleros «mijo» (mi hijo). Pero como muchos se ofendían, inventó el diminutivo «mijis».

Según él, ha ayudado a unos 12 mil muchachos.

Sus tragedias y victorias fueron quedando tatuadas en su cuerpo: un pez rojo nadando contra corriente en su antebrazo, cerca del apellido de su madre, en el hombro unas manos que rezan y la leyenda «Hecho en San Luis» en el pecho, coronando un ave fénix con las alas abiertas.

Vestido con jeans holgados, zapatos deportivos y camiseta, es como «El Mijis» planea asumir su cargo en el Congreso.

«Yo voy a ir como soy. Yo voy a cambiar al sistema, no a que el sistema me cambie. El hábito no hace al monje y no importa el templo sino los dioses», zanja, mientras acude a una universidad para inscribirse en la carrera de Derecho.

«Cabecita de algodón»

«El Mijis» es solo uno de los nuevos legisladores de Morena que despertó polémica. Están también Napoleón Gómez, un cuestionado líder sindical minero que enfrenta señalamientos por un millonario fraude, y Nestora Salgado, una activista que fue acusada de secuestro y absuelta por falta de pruebas. Ambos asumieron el miércoles como senadores.

Durante su campaña, Carrizales enfrentó críticas y cuestionamientos por su apariencia y su historia. También amenazas, golpes y hasta un secuestro, según él por parte de facciones políticas antagónicas.

«Pero se metieron con el guey (tipo) equivocado. Yo conozco a todas las bandas de San Luis, entonces mientras ellos estaban durmiendo, yo estaba haciendo campaña. Cuando oscurece, la banda crece, y cuando amanece, desaparece», narró.

Así, «El Mijis» no perdió su norte: seguir a López Obrador.

«Si hay alguien que conozco y admiro es al ‘cabecita de algodón'», dice en referencia al veterano izquierdista, que ganó la presidencia de México después en su tercer intento.

«Lo admiro porque es muy perseverante como yo, intentó una vez y otra y otra. Sin padrinos, sin nadie, solo con su gente», dijo Carrizales, orgulloso de nombrarse «el primer chavo banda en ser diputado».

México

México y Estados Unidos refuerzan cooperación contra tráfico de armas y robo de combustible

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México y Estados Unidos acordaron profundizar y agilizar el intercambio de información en materia de tráfico de armas, así como fortalecer la cooperación para combatir el robo de combustible y otros delitos transnacionales, tras la segunda reunión del Grupo de Implementación en Seguridad México-Estados Unidos.

La Secretaría de Relaciones Exteriores informó que el encuentro se realizó el pasado 11 de diciembre como parte del seguimiento al Programa de Cooperación sobre Seguridad Fronteriza y Aplicación de la Ley, mecanismo acordado por ambos países para atender de manera coordinada temas prioritarios en materia de seguridad. En la reunión participaron el encargado de despacho de la cancillería mexicana, Roberto Velasco, y el embajador de Estados Unidos en México, Ronald Johnson, junto con funcionarios de ambos gobiernos.

Durante la sesión se revisaron los avances alcanzados desde la reunión previa celebrada en McAllen, Texas, donde se había puesto énfasis en el combate al tráfico de armas. En esta ocasión, además, se analizaron desafíos emergentes para la seguridad regional, particularmente el uso de drones por parte de organizaciones criminales.

Como parte de los acuerdos, ambas naciones determinaron dar continuidad a las acciones de incautación de armamento y municiones, así como reforzar el intercambio de información para identificar y desarticular redes dedicadas al tráfico ilegal de armas. También se estableció fortalecer la cooperación en materia de extradiciones y las investigaciones relacionadas con el robo de combustibles, con el objetivo de maximizar el impacto de las acciones coordinadas antes de la próxima reunión, prevista para enero de 2026.

La SRE precisó que durante el encuentro se reiteró que la cooperación bilateral en seguridad se rige por los principios de respeto a la soberanía y a la integridad territorial de ambos países, bajo un enfoque de responsabilidad compartida y sin subordinación. Indicó que el intercambio de información, la coordinación operativa y el diálogo permanente deben traducirse en mejores condiciones de seguridad para las poblaciones de México y Estados Unidos.

Por su parte, el Departamento de Estado de Estados Unidos señaló que, como parte de esta cooperación, se han emprendido acciones contra instituciones financieras y personas involucradas en la fabricación, distribución y venta de fentanilo y precursores químicos. Asimismo, informó que ambos países se comprometieron a acelerar los esfuerzos conjuntos para desmantelar cárteles y grupos delictivos, interrumpir fuentes de ingresos ilícitos y contrarrestar amenazas emergentes, incluido el uso de drones en la frontera.

Las autoridades de ambos países confirmaron que continuarán los trabajos bilaterales y que el diálogo en materia de seguridad se mantendrá de forma permanente.

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