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Revista

Roger Waters confirma fechas en CDMX, GDL y MTY

Roger Waters agrega dos fechas como parte de su gira Us + Them con la que tendrá paradas en el Palacio de los Deportes de la Ciudad de México y la Arena VFG de Guadalajara.

La gira ha generado muy buenas críticas, con un setlist que ha sido catalogado como “espectacular” y cuya producción ha sido calificada como “impresionante”.

El concierto contará con canciones de los más grandes álbumes de Pink Floyd (The Dark Side of The Moon, The Wall, Animals, ¿Wish You Were Here) además de temas de su más reciente álbum Is This the Life We Really Want?.

Roger Waters ya ha llevado la gira Us + Them a los Estados Unidos y a Canadá el año pasado, dando una muestra de lo mejor de su extenso e innovador legado.

El nombre de la gira proviene de la canción de 1974 Us And Them, del álbum de Pink Floyd The Dark Side of the Moon del que se han vendido millones de copias.

Us + Them marcará el regreso del artista a México, después de sus dos conciertos agotados de 2016 en el Foro Sol.

Los boletos para estas presentaciones, estarán disponibles en Preventa Exclusiva para Tarjetahabientes Citibanamex el 19 y 20 de febrero y en Venta General a partir del miércoles 21 de febrero a las 11:00 horas.

Conciertos
Ciudad de México. 28 de noviembre, Palacio de los Deportes. Venta de boletos a través del Sistema Ticketmaster.

Boletos: 4,988; 4,388; 3,588; 2,668; 1,788; 1,088 y 688 pesos.

Guadalajara. 4 de diciembre, Arena VFG. Venta de boletos a través del Sistema Ticketmaster.

Boletos en GDL: A: $3,980. B: $3,480. Grada: $2,980. C: $2,980. D: $2,780. E: $2,480. Planta baja: $1,980. Plateas: $1,780. Planta alta: $1,180. Sección 300: $680 pesos.

Monterrey. 8 de diciembre en la Arena Monterrey. Venta de boletos a través de www.superboletos.com

Revista

Demasiado pronto para un smartphone: advierten sobre graves efectos en la salud mental de menores de 13 años

Un estudio global reciente ha encendido las alarmas sobre el impacto negativo de los smartphones en la salud mental de niños menores de 13 años. La investigación, publicada en el Journal of the Human Development and Capabilities, analizó respuestas autodeclaradas de casi 2 millones de personas en 163 países y encontró que cuanto antes un menor accede a un teléfono inteligente, más probabilidades hay de que experimente efectos perjudiciales.

Entre los hallazgos más preocupantes están el aumento de pensamientos suicidas, dificultades en la regulación emocional, baja autoestima y desconexión con la realidad. Los efectos fueron especialmente marcados en niñas.

“El uso temprano del smartphone suele implicar acceso prematuro a redes sociales, lo que a su vez puede desencadenar acoso digital, alteraciones del sueño y deterioro de las relaciones familiares”, explicó Tara Thiagarajan, autora principal del estudio y fundadora de la organización sin fines de lucro Sapien Labs, encargada del levantamiento de datos.

Un llamado urgente a la acción global

La contundencia de los resultados llevó a los investigadores a proponer restricciones internacionales que limiten el uso de smartphones y redes sociales a menores de 13 años. “Se requiere una acción inmediata y global para proteger a los niños de entornos digitales que aún no están preparados para gestionar con madurez”, afirmó Thiagarajan.

El estudio no solo se centró en indicadores comunes como ansiedad o depresión, sino que analizó aspectos menos explorados como la autoimagen y la capacidad de gestionar emociones, revelando una correlación directa entre el uso temprano de dispositivos y el deterioro del bienestar psicológico.

¿Qué pueden hacer los padres?

Expertos como Melissa Greenberg, psicóloga clínica del Princeton Psychotherapy Center, recomiendan iniciar conversaciones comunitarias entre padres para acordar de manera conjunta retrasar la entrega de teléfonos inteligentes a sus hijos. Iniciativas como “Wait Until 8th” («Espera hasta el 8vo grado» – Equivalente a 2do de Secundaria) permiten a las familias comprometerse colectivamente a posponer la entrega de dispositivos hasta después de los 13 años.

Asimismo, sugiere buscar escuelas con políticas estrictas sobre el uso de smartphones en campus o exigir cambios en los reglamentos escolares. Thiagarajan advierte que los padres no pueden enfrentar este problema solos: “Incluso si prohíbo a mis hijas usar redes sociales, estarán expuestas a ellas a través de otros niños en la escuela o eventos extracurriculares. Es un asunto social, no solo familiar”.

¿Y si ya tienen un teléfono?

Greenberg aconseja no caer en el pánico. “Si ya le diste un smartphone a tu hijo, puedes ajustar el rumbo”, asegura. Recomienda establecer controles parentales, desinstalar ciertas apps, cambiar a un teléfono básico o simplemente limitar el uso.

Para aquellos padres que enfrentan resistencia, sugiere esta frase:
“Cuando te dimos tu teléfono, no sabíamos todo lo que ahora sabemos sobre cómo podría afectarte. Los científicos están aprendiendo más cada día, y queremos hacer lo mejor para ti”.

Aceptar que también los adultos luchan contra el uso excesivo del celular puede ayudar a los menores a comprender que es una dificultad compartida.

Un punto de inflexión para la crianza

Investigadores como el psicólogo social Jonathan Haidt, autor del libro “The Anxious Generation”, coinciden en que retrasar el acceso a redes sociales hasta los 16 años es una de las mejores decisiones que pueden tomar los padres hoy.

La evidencia es clara: dar un smartphone a un niño antes de los 13 puede tener consecuencias serias y duraderas. En un mundo cada vez más digitalizado, tal vez la verdadera rebeldía —y protección— esté en apagar el teléfono.

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