Un nuevo documento menciona por primera vez a Estados Unidos como una de las amenazas a la seguridad nacional de Rusia, en una señal de cómo se han deteriorado las relaciones de Moscú con Occidente en los últimos años.
El documento, titulado ‘Sobre la estrategia de seguridad nacional de la Federación rusa’, fue firmado por el presidente Vladimir Putin en la víspera de Año Nuevo.
Reemplaza una versión de 2009, aprobada por el entonces presidente y actual primer ministro Dmitry Medvedev, que no mencionaba ni a la OTAN ni a Estados Unidos.
El texto dice que Rusia ha logrado fortalecer su papel en la solución de problemas globales y conflictos internacionales, pero que el aumento de ese rol ha causado una reacción de Occidente.
El fortalecimiento de Rusia sucede en el contexto de las nuevas amenazas a la seguridad nacional, que tiene una naturaleza compleja e interrelacionada», sostiene el documento.
La realización de una política independiente «tanto internacional como interna» ha causado «una contrarreacción de Estados Unidos y sus aliados, que están esforzándose por mantener su dominio en asuntos globales», según el documento.
A su vez, eso probablemente llevará a una «presión política, económica, militar e informativa» sobre Rusia, agrega el texto.
Las relaciones entre Moscú y Occidente tocaron niveles de gran tensión después de que las fuerzas rusas anexaron la península ucraniana de Crimea en marzo de 2014, tras protestas en Ucrania que obligaron su ex presidente prorruso a huir a Rusia.
Desde entonces, Occidente ha acusado a Rusia de ayudar a los insurgentes en el este de Ucrania. Moscú niega que esté ayudando activamente a los rebeldes.
Estados Unidos y la Unión Europea han impuesto amplias sanciones contra individuos y empresas rusas. Moscú ha reaccionado mediante la restricción de alimentos y otras mercancías procedentes de la Unión Europea.
El documento también menciona a la expansión de la OTAN como una amenaza para la seguridad nacional rusa y sostiene que Estados Unidos expandió su red de laboratorios militares-biológicos en países vecinos de Rusia.
El texto, que sirve como base para la estrategia de planificación relacionados con la seguridad nacional para diferentes órganos del Estado, no menciona a Siria.
El 30 de septiembre, Rusia inició ataques aéreos contra rebeldes que se oponen al Gobierno del presidente sirio, Bashar al Assad, un aliado de Moscú.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.