Para la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) el salario mínimo será insuficiente mientras no garantice el derecho de la población a tener acceso a la canasta básica de alimentos.
Este miércoles, el organismo presidido por Luis Raúl González Pérez emitió un pronunciamiento en torno al incremento de ocho pesos a ese ingreso, aumento, que dijo la CNDH, es insuficiente, por lo que llamó a que se procure la eliminación de las desigualdades y se revise el minisalario con enfoque humanista y no marcadamente economicista.
Ayer, la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI) decretó que está percepción será a partir de diciembre de 88.36 pesos al día. Al respecto, la CNDH subrayó que pese al aumento, se refleja la persistencia de que todavía no es suficiente para cubrir las necesidades de las y los trabajadores.
Recordó que en 2016 publicó el documento Salario Mínimo y Derechos Humanos, que se puede consultar en su sitio Online y en el que establece la necesidad de que este ingreso alcance para las necesidades básicas.
«Las cifras de pobreza en México se han incrementado y cuyas causas probables son que, los ingresos de las trabajadoras y los trabajadores no alcanzan a cubrir para sí, ni para su familia las necesidades normales en el orden material, social, cultural y educativo, lo que refleja que el salario mínimo general es insuficiente. Conforme a las líneas de bienestar que CONEVAL expone, se observa que con el incremento al salario mínimo de 80.04 a 88.36 pesos, resulta un total mensual de 2 mil 650.8, por tanto, éste sigue estando por debajo de la canasta alimentaria y la no alimentaria urbana, de acuerdo a los cálculos publicados en octubre de 2017, las líneas de bienestar se fijan en 2 mil 924.94 mensuales».
La CNDH resaltó que la vida digna de las personas depende en buena parte del aumento del minisalario, por lo que la construcción de éste debe darse con enfoque de derechos humanos.
«Este Organismo nacional reitera que el acceso a prestaciones laborales complementarias son elementos que contribuyen al ejercicio de la igualdad entre trabajadoras y trabajadores; a la protección de la niñez, de las personas con discapacidad y personas adultas mayores, dicho enfoque debe tomarse en cuenta en los procedimientos que se lleven a cabo para determinar el monto de dicha remuneración».
La CNDH remarcó que el Estado mexicano contempla en el artículo 123 de la Constitución el derecho a un trabajo digno y socialmente útil, lo que se complementa con la Ley Federal del Trabajo que considera que el salario mínimo deberá ser suficiente para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos.
«Es necesario que la política de recuperación gradual y sostenida del poder adquisitivo de los salarios mínimos generales y profesionales, asegure que el monto del salario mínimo, aunado a las medidas de protección social, sea adecuado para que las trabajadoras y los trabajadores que perciben el equivalente a uno solo y sus familias, vivan dignamente, con pleno goce y disfrute de los derechos humanos.
«En un esquema de obligaciones del Estado Mexicano en materia de derechos humanos, es indispensable el fortalecimiento progresivo del salario mínimo esto incluiría, trazar el alcance que corresponde al gobierno en la determinación del monto; la representatividad de los actores que participan en los procedimientos correspondientes, en particular se analice si los intereses y necesidades de quienes perciben un salario mínimo tienen una manera efectiva para ser planteados y atendidos; y si el esquema mismo de la negociación es el adecuado para dar cuenta de los estándares de derechos humanos involucrados».
Por ello, exhortó a las autoridades y a la CONASAMI a considerar que no solamente se está hablando de salarios, sino de derechos inherentes a todas las personas que se ven directamente comprometidos como son la salud, la educación, la cultura, la vivienda digna, entre otros.
«La CNDH con la participación de la Sociedad Civil ha impulsado diversas acciones para que el tema de salario mínimo, se incorpore de manera permanente en la agenda pública, y a la vez se realicen las acciones necesarias para que, la participación en la fijación del salario mínimo, se involucre con responsabilidad social el sector empresarial como lo señala el documento intitulado Principios Rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos publicado por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas en 2011, para que otorguen la debida prioridad a la salvaguarda de la dignidad humana; se procure la eliminación de las desigualdades y revisar el salario mínimo con razonamiento humanista y no meramente economicista», finalizó.