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México

Salario mínimo de 92 pesos acabaría con la pobreza alimentaria: Mancera

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El jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, reiteró la necesidad de incrementar el salario mínimo a 92 pesos diarios, lo que podría significar la erradicación de la pobreza alimentaria en el país.

Además, señaló que este aumento no debe ser el único y los distintos actores políticos del país deben luchar por el establecimiento a futuro de un salario mínimo de 120 pesos diarios.

En entrevista para El Financiero Bloomberg, Mancera Espinosa apuntó que “el gobierno de la Ciudad de México no va a dejar de impulsar esta oportunidad en la propia reunión de la Conago”, pues “con estos 92 pesos dejaríamos de estar en pobreza alimentaria y eso sería bueno para México”.

Por su parte, el secretario del Trabajo y Previsión Social del gobierno federal señaló que existen las condiciones para aumentar el mínimo antes de que finalice el año, pero debe buscarse primero el consenso de las partes involucradas y no pensarlo como un aumento de emergencia.
“No hay un planteamiento de que se tiene que hacer un aumento de emergencia a los salarios mínimos”, explicó Alfonso Navarrete Prida, quien agregó:

“Estamos en una estabilidad macroeconómica, con una inflación controlada, con una desvinculación del mínimo y con una recuperación del poder adquisitivo insuficiente, sí, pero vamos para adelante con baja en la tasa de informalidad y con el mayor número de altas al Seguro Social”.

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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