El sacerdote Fray Edgar Vega Castañares, responsable de la Capilla de San Sebastián, donde se grabó el video «La niña bien», que invita a votar «por ya sabes quien», aseguró que el permiso de filmación lo otorgaron los mayordomos y que él fue engañado por quienes pidieron el permiso.
A través de una misiva, el religioso que es miembro de la Tercera Orden Regular de San Francisco de Asís, explicó que a principios de enero los mayordomos (de quienes no se menciona el nombre), le mencionaron la posibilidad de filmar una escena de boda: “en el mes de enero, los mayordomos me informaron que un grupo de personas se habían acercado a pedir permiso con ese fin. Yo les pedí que pusieran la propuesta por escrito para revisarla y, en su caso, aprobarla, pero éstos ya no me reportaron absolutamente nada”.
El sacerdote de la iglesia ubicada en la delegación Benito Juárez de la Ciudad de México, dijo que la siguiente noticia que tuvo respecto a ese tema fue cuando supo de la difusión del video y que ya circulaba en redes sociales.
El religioso precisó que sin contar con su permiso para realizar la grabación del video lo otorgó la mayordomía, recibiendo a cambio 15 mil pesos. «Las personas que filmaron no presentaron sus credenciales, ni se presentaron formalmente como productora, ni como partido, ni como estudiantes».
La grabación se realizó el jueves 1 de marzo, y los mayordomos aseguran que no se utilizó equipo pesado de grabación, sólo una cámara pequeña y dos luces. Además, afirman que en ningún momento escucharon música dentro del templo.
Fray Edgar Vera explica que la filmación (según el testimonio de los mayordomos) se realizó de 7:00 a 19:00 horas.
Durante la primera parte de la grabación estuvieron los mayordomos en la sacristía observando lo que estaban haciendo, y “no vieron ninguna escena de baile”. Pero de las 15:00 a 17:00 horas el equipo de grabación pidió que se desalojara totalmente el templo.
“Es posible –dice el religioso– que haya sido en ese momento cuando se grabaron las escenas de baile. Los ornamentos y los vasos sagrados los traían ellos, no se utilizaron los de la parroquia”, concluye.