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Ciencia y Tecnología

Se puede que corregir genoma antes de nacer

A pesar del debate, en 2016 nació el primer bebé con el ADN de tres personas, método realizado para disipar enfermedades mitocondriales. Así, el procedimiento consistió en reemplazar el material genético dañado del óvulo de la madre, por otro sano proveniente de una donadora y posteriormente fecundado por un esperma.

Este método ha sido muy controversial debido a que la sociedad ha planteado que el bebé tiene dos mamás y un papá. Sin embargo, gracias a la ciencia fue posible retirar la mitocondria dañada del óvulo para brindar una mejor posibilidad de vida al niño, explicó Diana María Escalante Alcalde, investigadora del Instituto de Fisiología Celular.

Las mitocondrias son orgánulos celulares encargados de suministrar la mayor parte de la energía necesaria para la actividad celular. Por lo tanto, si no funcionan bien puede surgir el síndrome de Leigh, un trastorno que afecta el sistema nervioso en desarrollo y proviene de los genes de la madre.

A decir de la experta, cuando un niño padece este síndrome, y por alguna razón es sometido a una cirugía o se enferma, su recuperación requiere de mucha energía y se convierte en un reto para sus mitocondrias que son incapaces de sanar. En ese momento es cuando se expresa la enfermedad.

Esta afección puede surgir desde el útero y hasta en los primeros años de vida, donde los pequeños comienzan con defectos psicomotrices y casi siempre mueren por un paro cardiorrespiratorio. Su esperanza de vida es máximo de siete años, resaltó.

El procedimiento

Los padres del primer bebé nacido con este procedimiento son de origen jordano y radicados en México. Ellos habían tenido dos hijos antes, quienes murieron muy pequeños debido a esta rara enfermedad. Por tal motivo, decidieron probar esta nueva técnica.

Escalante explicó que este método se desarrolló precisamente para parejas que portan mutaciones específicas en la mitocondria, y quienes definitivamente tendrán hijos que morirán muy pronto. La probabilidad de que su nuevo bebé se encuentre bien es mucho más alta, pero depende de cómo hayan realizado el procedimiento y no tomaran las mitocondrias dañadas.

En ese contexto, todavía se investiga en torno a este procedimiento para estar completamente seguros que al realizar la transferencia del genoma de los padres al óvulo que sólo contiene la mitocondria, no se lleven material dañado.

Igualmente, la académica universitaria detalló que el material donado sólo contiene el uno por ciento de la genética que obtendrá el bebé, y ahí no se incluyen los rasgos fenotípicos (rasgos físicos y conductuales).

Nueva tecnología busca corregir el genoma de las células
Con este procedimiento, sólo se pueden corregir enfermedades mitocondriales, pero recientemente se investiga otro método llamado tecnología Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats (CRISPR/Cas9), en español Repeticiones Palindrómicas Cortas Agrupadas y Regularmente Interespaciadas que buscan llegar más allá.

Esta nueva metodología permitirá corregir el genoma de las células. Por ejemplo, será posible suprimir enfermedades como la esclerosis múltiple, concluyó.

Noticias MVS

Ciencia y Tecnología

Marihuana duplica riesgo de muerte por infarto y derrame cerebral, revela estudio global con 200 millones de casos

Una nueva investigación publicada en la revista Heart advierte sobre un riesgo grave y hasta ahora subestimado: el consumo de marihuana puede duplicar las probabilidades de morir por enfermedades cardiovasculares, incluso en personas jóvenes y sin antecedentes médicos. El hallazgo surge de un metaanálisis de datos médicos que involucra a más de 200 millones de personas, la mayoría entre los 19 y 59 años, en países como Estados Unidos, Francia, Canadá, Australia, Egipto y Suecia.

Lo más preocupante es que quienes presentaron mayor riesgo eran adultos jóvenes sin factores de riesgo previos como hipertensión, tabaquismo o antecedentes familiares. “Lo que más nos llamó la atención fue que los pacientes hospitalizados por estos padecimientos eran jóvenes, sin historial de enfermedad cardiovascular ni factores de riesgo asociados”, señaló la investigadora Émilie Jouanjus, profesora asociada de farmacología en la Universidad de Toulouse, Francia.

Comparados con quienes no consumen cannabis, los usuarios tienen un 29% más de riesgo de sufrir un infarto y un 20% más de sufrir un derrame cerebral. La revisión sistemática no logró determinar el modo de consumo (fumado, vaporizado, comestible, etc.), pero con base en los patrones de uso en los países analizados, los autores concluyen que la mayoría probablemente lo consumía fumado.

Los especialistas advierten que esta forma de consumo conlleva riesgos similares al tabaco. “Cualquier método que implique inhalar cannabis implica riesgos, incluso para quienes están cerca y respiran el humo de segunda mano”, explicó la doctora Lynn Silver, profesora de epidemiología en la Universidad de California, San Francisco, y coautora de un editorial que acompaña el estudio.

Además, nuevas evidencias apuntan a que incluso los comestibles con THC pueden causar daño vascular. Una investigación publicada en mayo de 2025 reveló que los consumidores de comestibles mostraron una reducción del 56% en la función vascular, incluso más alta que en quienes fuman marihuana, con una reducción del 42%. “El THC, sin importar su forma de ingreso al organismo, tiene efectos preocupantes sobre el sistema cardiovascular”, advirtió la cardióloga investigadora Leila Mohammadi.

Uno de los elementos más inquietantes del estudio es el incremento en la potencia del cannabis disponible en el mercado legal. “Los productos actuales pueden contener hasta 99% de THC. No tienen nada que ver con la marihuana que se fumaba en los años setenta”, señaló Silver. Esta mayor potencia también está asociada con un aumento en los casos de adicción y trastornos mentales graves como psicosis o esquizofrenia. Se estima que en EE.UU., al menos 3 de cada 10 usuarios desarrollan trastorno por consumo de cannabis.

Aunque las políticas públicas han priorizado la regulación comercial y el otorgamiento de licencias a empresas, los expertos piden un viraje urgente hacia la educación sobre riesgos. “Necesitamos tratar el consumo de cannabis como tratamos el tabaco: con advertencias claras, educación médica y políticas que pongan la salud pública al centro”, afirmó Silver.

Los investigadores temen que la relación entre cannabis y enfermedad cardíaca esté subestimada. “Es probable que el vínculo sea incluso más fuerte de lo que reflejan los datos actuales”, reconoció Jouanjus.

En un contexto donde el uso de cannabis se normaliza cada vez más, especialmente en adultos mayores que lo utilizan para el dolor o el insomnio, la evidencia científica lanza una advertencia clara: el cannabis no es inocuo, y su consumo podría tener consecuencias fatales, incluso para quienes creen estar lejos de cualquier riesgo cardiovascular.

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