El responsable podrá salir de prisión después de pagar la cantidad de 70 mil pesos por el delito.
Luego de una audiencia de dos horas, una jueza de sentencias de los juzgados penales de Chiconautla en Ecatepec, Estado de México dictó prisión de 5 años, 7 meses y 15 días a Sergio Morales Buendía, sujeto a quien se comprobó que había asesinado al perro Scooby al arrojarlo a un cazo con aceite hirviendo en el municipio de Tecámac.
Tras analizar las pruebas correspondientes, testimoniales, periciales y documentales, la juzgadora impuso la sanción más elevada para el asesino de Scooby. Que establece el artículo 235 del código penal para el Estado de México.
Debido a que el delito de maltrato animal es un delito menor, Sergio podrá obtener su libertad al pagar la cantidad de 70 mil pesos además de portar un brazalete de localización.
La defensa confirmó la sentencia
El abogado de Sergio Morales confirmó la pena de 5 años 7 meses de prisión, además de afirmar que su cliente se siente arrepentido por los hechos.
“Él (Sergio Morales) llevó a cabo una declaración en esta audiencia donde demuestra su arrepentimiento social“.
El abogado de Sergio Morales, dijo que su cliente se muestra arrepentido
En tanto la activista Gabriela Rosales comentó que se debería de tener penas mayores y quitarles los beneficios a quienes cometan crímenes contra los animales.
“Lo que nosotros no peleamos es una cuantificación de la vida del animal, un animal debe de valer y debe ser castigado su asesinato por el hecho de ser un ser vivo a nosotros como asociación no nos importa el monto porque creí que no hay valor que ella hubiera fijado para que esto se considere un delito creí que debemos de tener penas mayoresy quitarles beneficios a alguien que cometa este tipo de crímenes”.
¿Cuándo ocurrió el delito?
Los hechos por los cuales fue sentenciado este individuo ocurrieron el 28 de mayo, cuando ingresó a una carnicería ubicada en el poblado de San Pablo Tecalco del municipio de Tecámac, donde agredió verbalmente al locatario, lo amagó con un instrumento punzocortante.
Y al momento de salir del establecimiento sujetó a uno de los caninos que se encontraban en ese lugar y lo arrojó dentro de un cazo con aceite hirviendo, lo que le ocasionó su muerte.
Derivado de estos hechos que fueron del conocimiento público, ya que fueron captados por una cámara de video y difundidos mediante medios de comunicación y redes sociales, la Fiscalía estatal inició una indagatoria por el delito de maltrato animal y obtuvo de la Autoridad Judicial orden de aprehensión contra este individuo.
El 30 de mayo de este año, elementos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) a través de la Comisión Nacional Antihomicidio (CONAHO) y agentes de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, cumplimentaron la orden de aprehensión en contra de Sergio Morales Buendía, en un domicilio ubicado en la alcaldía Coyoacán de la Ciudad de México.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de México reitera a la ciudadanía que todo acto de maltrato animal puede ser denunciado al:
Ciudad de México.- Productores de ganado advirtieron que las medidas implementadas por el Gobierno tras la declaratoria de emergencia nacional por la presencia del gusano barrenador han derivado en una sobrerregulación que está afectando de manera directa el suministro de carne en el país. De acuerdo con el sector, estas disposiciones ya generan incrementos en costos de operación, complicaciones logísticas y presiones en los precios finales al consumidor.
La Asociación Mexicana de Engordadores de Ganado Bovino informó en un comunicado que reconoce la gravedad de la plaga y mantiene su compromiso con la sanidad animal. Sin embargo, señaló que la multiplicación de retenes federales y estatales, así como los nuevos requisitos derivados de la emergencia, han creado un escenario de sobrecontrol que está frenando el movimiento regular de reses en territorio nacional.
La organización explicó que el ganado movilizado desde entidades del sur hacia los centros de engorda ubicados en el norte enfrenta aumentos significativos en los tiempos de traslado. Detalló que el recorrido, que antes se realizaba en alrededor de 20 horas, ahora puede extenderse hasta 32 horas, además de esperas superiores a 18 horas en puntos de inspección para cumplir los tiempos posteriores a la aplicación obligatoria de antiparasitarios.
A esto se suman retenes estatales adicionales que duplican las inspecciones federales. La asociación advirtió que los retrasos, la repetición de procedimientos y las múltiples maniobras de carga y descarga impactan el bienestar animal y elevan el riesgo de heridas que podrían convertirse en focos de infestación.
El sector ganadero insistió en que la actual dinámica regulatoria está generando efectos inmediatos en la cadena de suministro y reiteró la necesidad de ajustes que permitan mantener el control sanitario sin afectar la operación productiva.