El fenómeno de la migración demanda una atención humanitaria libre de estigmas, siempre y cuando obedezca esquemas que garanticen la seguridad de quienes la proporcionen y de los beneficiarios, advirtió el sacerdote Jesús Garza Guerra, fundador de “La Casa del Forastero Santa Martha”, en Monterrey, Nuevo León.
El sacerdote que tiene 50 años de servicio, compartió su experiencia y llamó a todos a no considerar a los migrantes como presos ni indigentes, sino como personas que van de paso a encontrar a su familia o a una vida mejor.
La conferencia se realizó este día en el Salón Sacramento de Palacio de Gobierno, promovida por Silvia Rebeca Pérez Alfaro, encargada de Asuntos Religiosos de Gobernación Estatal, en el marco de la estrategia interinstitucional para apoyar a los migrantes deportados de Estados Unidos.
Joel Gallegos Legarreta, director general de Gobierno y Transporte, afirmó que Chihuahua será un santuario del migrante, pues está consciente del crecimiento exponencial de esta problemática bajo la visión instruida por el gobernador, Javier Corral Jurado, de trabajar en conjunto para los que menos pueden y menos tienen.
Destacó la importancia de respetar la dignidad de las personas, que contrastan con historias como las de los migrantes quienes dejan sus espacios, familias, lugares de origen, recuerdos y posesiones personales para alcanzar un sueño lejano.
Nosotros que los hemos visto pasar, en los cruceros y nos perdemos a veces en la indiferencia del semáforo en verde, o nos resistimos a aceptar este fenómeno social, que en últimas fechas llegará a un crecimiento exorbitante, son tanto locales como chihuahuenses”, indicó el funcionario.
Por tal motivo, Gobierno del Estado promueve el desarrollo de un ciclo de experiencias compartidas para ayudar a comprender el fenómeno y hacer conciencia entre los ciudadanos sobre la postura que debe asumirse como sociedad.