La presidenta Claudia Sheinbaum desestimó este lunes las críticas por la distribución de los asistentes durante su primer informe de gobierno, realizado el pasado fin de semana en el Zócalo capitalino. Cuestionada por la prensa acerca de los señalamientos del coordinador de los diputados de Morena, Ricardo Monreal, quien aseguró que los legisladores fueron “encorralados para no cometer errores”, la mandataria respondió que el acomodo no tuvo ninguna connotación política.
“No tiene nada de malo cómo se acomoda la gente. No hay ningún mensaje, no hay nada”, afirmó Sheinbaum durante su conferencia matutina, al ser interrogada sobre la organización del evento que congregó a miles de simpatizantes y a la estructura política de Morena.
Durante el mitin, se observó que los gobernadores afines a la presidenta fueron colocados en la primera fila, justo debajo del templete principal. Detrás de ellos se instaló una valla que separaba a otros líderes del partido, entre ellos el senador Adán Augusto López Hernández y el secretario de Organización de Morena, Andy López Beltrán.
La distribución del espacio generó comentarios en redes sociales, donde varios usuarios interpretaron el vallado como una medida para restringir el acceso a figuras relevantes del movimiento. En contraste, sólo los mandatarios estatales pudieron acercarse a saludar a Sheinbaum, mientras otros dirigentes extendían la mano desde la distancia.
Las imágenes también revivieron un episodio ocurrido en marzo de este año, cuando Monreal, Adán Augusto y Andy López Beltrán fueron captados dándole la espalda a la entonces candidata durante una asamblea informativa en el mismo Zócalo, hecho que en su momento desató versiones sobre tensiones internas en el partido gobernante.
Sheinbaum insistió en que no existe motivo para la controversia y aseguró que su equipo se enfocó únicamente en la logística del acto, sin buscar enviar mensajes políticos ni establecer jerarquías entre los asistentes.