Conecta con nosotros

Ciencia y Tecnología

Si te pican mucho los mosquitos, éstas pueden ser las razones

Existe una creencia arraigada de que los mosquitos pican más a las personas que tienen la sangre dulce y aunque esto es falso, si existen algunas razones científicas por las cuales estos pequeños animales pueden picar a algunas personas más.

De acuerdo con una investigación realizada por Timothy Winegard, existe una serie de características que podrían incrementar la posibilidad de que una persona sea picada por moscos.

Winegard logró descubrir una relación entre los piquetes y factores como el tipo de sangre, el olor corporal, el tipo de alimentación, la vestimenta y, aunque podría parecer increíble, hasta la respiración.

¿Por qué los mosquitos pican más a unas personas que a otras?
Los datos apuntan que aunque los mosquitos podrían elegir a sus víctimas en primer lugar de acuerdo a su tipo de sangre, ya que es más común que estos insectos piquen a las personas con sangre O, antes que a individuos con sangre tipos A y B.

Además, resulta interesante que los moscos pueden llegar a preferir también a las personas con químicos en la piel, como el ácido láctico, que es una sustancia producida por el tejido muscular y por los glóbulos rojos.

Por otra parte, según un video de Science Insider, en el que se retoma la investigación Timothy Winegard, el mal olor podría ayudarnos a ahuyentar a los mosquitos.

Mientras que por el contrario el olor a “queso”, los desodorantes, perfumes y jabones podrían volvernos más propensos a convertirnos en sus presas.

Asimismo, el consumo de cerveza, el uso de prendas de vestir en colores brillantes y, lo más asombroso de todo, la cantidad de dióxido de carbono que exhalar en cada respiración nos podría convertir en un blanco mucho más apetitoso para los mosquitos.

Ciencia y Tecnología

Marihuana duplica riesgo de muerte por infarto y derrame cerebral, revela estudio global con 200 millones de casos

Una nueva investigación publicada en la revista Heart advierte sobre un riesgo grave y hasta ahora subestimado: el consumo de marihuana puede duplicar las probabilidades de morir por enfermedades cardiovasculares, incluso en personas jóvenes y sin antecedentes médicos. El hallazgo surge de un metaanálisis de datos médicos que involucra a más de 200 millones de personas, la mayoría entre los 19 y 59 años, en países como Estados Unidos, Francia, Canadá, Australia, Egipto y Suecia.

Lo más preocupante es que quienes presentaron mayor riesgo eran adultos jóvenes sin factores de riesgo previos como hipertensión, tabaquismo o antecedentes familiares. “Lo que más nos llamó la atención fue que los pacientes hospitalizados por estos padecimientos eran jóvenes, sin historial de enfermedad cardiovascular ni factores de riesgo asociados”, señaló la investigadora Émilie Jouanjus, profesora asociada de farmacología en la Universidad de Toulouse, Francia.

Comparados con quienes no consumen cannabis, los usuarios tienen un 29% más de riesgo de sufrir un infarto y un 20% más de sufrir un derrame cerebral. La revisión sistemática no logró determinar el modo de consumo (fumado, vaporizado, comestible, etc.), pero con base en los patrones de uso en los países analizados, los autores concluyen que la mayoría probablemente lo consumía fumado.

Los especialistas advierten que esta forma de consumo conlleva riesgos similares al tabaco. “Cualquier método que implique inhalar cannabis implica riesgos, incluso para quienes están cerca y respiran el humo de segunda mano”, explicó la doctora Lynn Silver, profesora de epidemiología en la Universidad de California, San Francisco, y coautora de un editorial que acompaña el estudio.

Además, nuevas evidencias apuntan a que incluso los comestibles con THC pueden causar daño vascular. Una investigación publicada en mayo de 2025 reveló que los consumidores de comestibles mostraron una reducción del 56% en la función vascular, incluso más alta que en quienes fuman marihuana, con una reducción del 42%. “El THC, sin importar su forma de ingreso al organismo, tiene efectos preocupantes sobre el sistema cardiovascular”, advirtió la cardióloga investigadora Leila Mohammadi.

Uno de los elementos más inquietantes del estudio es el incremento en la potencia del cannabis disponible en el mercado legal. “Los productos actuales pueden contener hasta 99% de THC. No tienen nada que ver con la marihuana que se fumaba en los años setenta”, señaló Silver. Esta mayor potencia también está asociada con un aumento en los casos de adicción y trastornos mentales graves como psicosis o esquizofrenia. Se estima que en EE.UU., al menos 3 de cada 10 usuarios desarrollan trastorno por consumo de cannabis.

Aunque las políticas públicas han priorizado la regulación comercial y el otorgamiento de licencias a empresas, los expertos piden un viraje urgente hacia la educación sobre riesgos. “Necesitamos tratar el consumo de cannabis como tratamos el tabaco: con advertencias claras, educación médica y políticas que pongan la salud pública al centro”, afirmó Silver.

Los investigadores temen que la relación entre cannabis y enfermedad cardíaca esté subestimada. “Es probable que el vínculo sea incluso más fuerte de lo que reflejan los datos actuales”, reconoció Jouanjus.

En un contexto donde el uso de cannabis se normaliza cada vez más, especialmente en adultos mayores que lo utilizan para el dolor o el insomnio, la evidencia científica lanza una advertencia clara: el cannabis no es inocuo, y su consumo podría tener consecuencias fatales, incluso para quienes creen estar lejos de cualquier riesgo cardiovascular.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto