Es un sistema de alerta ante situaciones consideradas amenazantes. Es un mecanismo universal, se da en todas las personas, es normal, adaptativo, mejora el rendimiento y la capacidad de anticipación y respuesta. La función de la ansiedad es movilizar al organismo, mantenerlo alerta y dispuesto para intervenir frente a los riesgos y amenazas, de forma que no se produzcan o se minimicen sus consecuencias. Pero ¿De dónde viene? y ¿Cómo podemos controlarla?
Cuando estamos a punto de enfrentar o vivir algún acontecimiento importante en nuestras vidas, nuestro cerebro entra en especie de un estado de alerta con relación al futuro próximo, generando la tan escuchada ansiedad, esa que nos pone enfermos, no nos deja dormir y hasta nos hace comer de más.
Según el psicólogo Cristiano Nabuco, del Instituto de Psiquiatría de Sao Paulo, las personas entramos en la ansiedad, o así lo codifica nuestro sistema nervioso, solo por “imaginar lo que ocurrirá”, ya que esta es una reacción previa a una situación de amenaza, que aún no se ha concretado; ejemplo de ello: el nacimiento de un hijo, una prueba que presentar, un proyecto por precentar, etc.
Cuando el cerebro entiende que se está en una situación de peligro, él reacciona. La liberaciones altas de neurotransmisores y de la hormona cortisol, envueltas en una situación de estrés, hace que se desencadene una serie de mecanismos en nuestro cuerpo que nos hace estar atentos ante lo que va a ocurrir: las respiraciones sean más cortas, los músculos se tensen, se eleve el fluido sanguíneo y el corazón se acelere, como una herramienta para avisarnos que algo no marcha bien con nuestras emociones o entorno.
De acuerdo con Nabuco, la tecnología, a diferencia de sus beneficios, colabora para crear o intensificar situaciones de ansiedad, indica Informe21.
“Todo se procesa de forma casi instantánea. Nuestro cuerpo, en reacción a lo que vivimos, hace que seamos preocupados, estimulados e incitados constantemente. Ese exceso de estimulación estresa al cerebro, provocando la ansiedad”, dijo el especialista.
En situaciones en los que la ansiedad se torna crónica las personas pierden el control de las emociones, es recomendable acudir a un especialista, un psicólogo o psiquiatra puede ser de ayuda.
Por lo general, el tratamiento para una persona que ha sufrido niveles exagerados de ansiedad por un espacio de tiempo prolongado, el tratamiento incluye terapia y medicación, entre ellos ansiolíticos, antidepresivos y sedantes, que deben ser suministrados bajo prescripción y supervisión médica.
7 señales que te identifican como ansioso:
-Te muerdes las uñas: Es una de los principales focos de alerta para saber que eres ansioso.
-Comer en exceso: Comer demás puede traerte problemas tanto de obesidad como de diabetes. La comida es muy amiga de la ansiedad, una se cubre a la otra.
-Hablas muy rapido: Se ha visto que las personas que son ansiosas hablan más rápido de lo normal ¿la razón? No se pueden mantener calmados.
-Caminas de un punto a otro constantemente: De esta manera liberas tensión emocional, si ya lo ves como algo normal puede que algo no ande bien contigo.
– Te encanta pasar tiempo a solas
-Te tocas mucho la cabeza: Necesitas estar en movimiento y tener tics como tocarte la cabeza a cada rato, es la forma perfecta de sacar la tensión emocional.
-Te cuesta mucho dormir: Las 2 a.m ¿en qué momento? tienes demasiada pila, mezclada con la angustia y la preocupación que es prácticamente imposible conciliar el sueño.