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Resto del mundo

“Su vida apenas comenzaba” muere Niño de 9 años por COVID

Un niño de 9 años de edad de edad, falleció por coronavirus en Texas, luego de complicarse los síntomas su salud, mientras estaba en su domicilio con su familia.

El caso del menor  JJ Boatman se dio a conocer hasta que fue internado en un hospital de Fort Worth,  en Texas, Estados Unidos, hasta donde acudió su familia para tratar de salvarle la vida.

Hace apenas unas semanas, el niño había celebrado su cumpleaños número nueve junto a su familia, con tacos y pastel, lo que quedó plasmado en redes sociales.

Era un niño cariñoso. Cada vez que te veía o algún miembro de la familia, corría y te abrazaba (…) Vamos a extrañar su vida entera. Su vida ni siquiera había comenzado, expresó Gabriel Ayala, el tío del niño, a la cadena KTVT.

El familiar, narró que antes de que al pequeño se le diagnosticara Covid-19, se le observó correr y jugar como habitualmente lo hacía.

Indicó que Boatman aunque padecía asma, era una persona considerada activa, sin embargo una noche de la nada le gritó a su mamá porque no podía respirar.

“Por la noche estaba gritando y llorando a su mamá porque no podía respirar. Ella se acercó y vio que su rostro y sus labios estaban azules”, subrayó.

Su madre lo llevó a emergencias y de ahí fue trasladado en avión al centro asistencia Cook Children’s Medical, donde los expertos dieron cuenta que su pulmones estaban llenos de líquido, lo que causó su muerte en unas horas.

“No sabía que iba a volver a casa con las manos vacías, sin su hijo. Es difícil, por supuesto. Ese era su bebé. Ese era su único hijo”, dijo su tío.

El caso de JJ nos muestra que cualquiera puede contraer el Covid-19, sin prever los daños que puede causar al organismo de cada persona.

Resto del mundo

Cofece multa a Walmart por prácticas monopólicas: la batalla legal apenas comienza

La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) asestó un golpe histórico al multar a Walmart de México con 93.4 millones de pesos tras concluir una investigación que se extendió por más de cuatro años. La razón: prácticas monopólicas relativas, particularmente en el trato con sus distribuidores.

Según el dictamen de la Cofece, Walmart aprovechó su posición dominante en el mercado para imponer condiciones desfavorables a los proveedores, afectando la competencia en el sector. Aunque no se han revelado todos los detalles de las “contribuciones” impuestas a los distribuidores, el veredicto destaca cómo estas prácticas distorsionan el acceso al mercado y perjudican a competidores más pequeños.

En respuesta, Walmart no tardó en reaccionar. La empresa anunció que impugnará la decisión y enfatizó su compromiso con el cumplimiento de las leyes mexicanas. En su comunicación oficial, destacó que la sanción carece de fundamento y que está basada en interpretaciones erróneas. Este movimiento era predecible: para una empresa de este tamaño, 93 millones de pesos no solo representan una cifra considerable, sino también una amenaza a su reputación.

Por otro lado, la Cofece también se juega mucho. Este caso es una muestra clara de su intención de reforzar la vigilancia sobre los gigantes corporativos. Sin embargo, una batalla legal prolongada podría poner a prueba su capacidad de defender sus resoluciones en tribunales.

Más allá de la multa, el caso de Walmart pone el reflector sobre una problemática común en el comercio minorista: el desbalance de poder entre grandes cadenas y pequeños distribuidores. Si bien el desenlace de este litigio aún está por definirse, el mensaje es claro: los días de actuar sin consecuencias podrían estar contados. La industria y los consumidores estarán atentos a cada movimiento en esta batalla judicial.

 

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