La detención de Joaquín Guzmán Loera, alias el ‘Chapo’, líder del Cartel de Sinaloa, así como las inminentes elecciones, mantienen tensos a los grupos delincuenciales en la entidad, pues buscan sacar el mayor provecho posible de los reacomodos y acotar a sus ‘contras’.
Entre los agentes de la Fiscalía y demás corporaciones policiales es un secreto a voces que cada cártel hace sus apuestas por uno u otro candidato, y ponen violencia y dinero de por medio para hacer llegar a sus elegidos y sacar del camino a los demás, en busca de la protección, privilegios y control de las fuerzas policiacas, piezas clave en sus estrategias criminales.
Ahora con la detención (otra vez) del ‘Chapo’, los microcárteles que componen los grandes sindicatos criminales comienzan la lucha interna, presionados además por la sobreproducción de mariguana que se generó a finales del año pasado, el cual los orilla a buscar nuevos compradores en un país que, por si fuera poco, comienza a apostarle a la legalización.
Es por ello que la Fiscalía de Chihuahua ha puesto en alerta a sus elementos, para que no se metan en pleitos ajenos (¿o no tan ajenos?) y mantengan la mediana seguridad que se ha logrado bajo la administración del gobernador César Duarte, luego de un pacto entre narcos que paró por tiempo indefinido el baño de sangre que se vivía en la entidad, por el enfrentamiento entre las asociaciones criminales de Juárez y Sinaloa.
La zona más ‘caliente’ sería el Centro-Sur de la entidad, hasta donde se han trasladado cientos de elementos policíacos, además de la Sierra, donde hay presencia constante por las presiones entre los grupos que empujan a sus rivales desde la sierra sinaloense y los otros que resisten y contraatacan desde Creel y Cuauhtémoc. Guachochi es el ‘frente’ de guerra, el epicentro de la disputa.
Donde también hay mucha tensión es en el PAN, donde se aprobó la designación directa (dedazo a la brava) como método de elección de candidato a gubernatura y alcaldías, imitando así al satanizado PRI, y con el respaldo de buena parte de los panistas quienes prefirieron sacar ya al que sea y entrarle al juego antes que dejarles meses de ventaja al PRI y al independiente ‘Chacho’ Barraza, quienes ya están más que encampañados, aunque con las debidas precauciones para evitar que les saquen la ‘roja’ antes de comenzar el partido, sobre todo Barraza.
El Consejo Estatal del PAN se dividió entre 83 que le apostaban a la designación directa y 13 que le iban más a consultar a las bases. Ahora el principal problema será, igual que como pasó en el PRI, convencer a los que se quedaron en el camino, muchos de ellos ya ilusionados, de que vale más “el interés de Chihuahua y del partido” que sus proyectos personales. En el PRI son especialistas para suturar profundas heridas, y tienen huesos para evitar que los inconformes ladren. En el PAN no tienen tanta suerte.
Así, también queda abierta la opción de cerrarle el paso a todos los aspirantes azules y arropar a un externo como el ‘Chacho’ Barraza, quien dejó claro que no está ligado ni a Madero ni a Corral, y ha asegurado a diestra y siniestra no tener “ni un milímetro de cola que me pisen”. Incluso afirmó que a Corral tiene años sin verlo si quiera, y se ha dicho abierto a recibir a perfiles de cualquier partido siempre y cuando tengan qué aportarle a su proyecto y a Chihuahua.
Sin embargo, el golpeteo no se ha hecho esperar, pues en Chihuahua algunos perfiles identificados como ‘amigos’ de Palacio han comenzado a hacer circular notas de dudosa procedencia en las que acusan (sin pruebas) a ‘Chacho’ de infinidad de fraudes y transas económicas y electorales.
A esto se suma AMLO, quien se hace de la vista gorda cuando se trata de criticar al gobernador César Duarte, pero se va con todo contra Barraza, acusándolo de mantener un adeudo de más de 63 millones de pesos, por haber sido beneficiado del infame Fobaproa, donde el empresario deliciense aparece en el número 119 por no haber pagado el rescate de sus deudas. Nadie se sorprende, ni modo que a López se le olvidara la campañita que le armaron desde la Coparmex cuando iba a contender contra Calderón, aquel famoso “López Obrador es un peligro para México” que sigue presente en las mentes de los mexicanos.
Mientras, el gobernador César Duarte trae la encomienda de quedar bien con Miguel Ángel Osorio Chong, quien ha de andar muy contento con la recaptura del ‘Chapo’ y el renacer de sus aspiraciones presidenciales, sacándole una ventajita a Luis Videgaray, quien entre casas descubiertas y con el Peso en picada no puede ni asomar las orejas.
Osorio Chong vendrá a revisar personalmente los preparativos para la visita del papa Francisco a Ciudad Juárez, al igual que en las otras ciudades que visitará el pontífice, esto para que no le vayan a salir con cuentas mochas y así tumbar la poca credibilidad que recobró con el milagro de la recaptura del ‘Chapo’, pues según los propios comunicados de la Marina, la detención se dio de chiripa, por una ‘denuncia ciudadana’ que señalaba hombres armados donde después se supo que estaba nada menos que el líder de ese cartel, en una captura que con razón o sin ella, a muchos mexicanos les sabe a montaje mediático, con actrices de Hollywood y toda la cosa.
Pero hablando de Juárez y de shows mediáticos, ahí está el que protagonizará nada menos que Julián Leyzaola, criminal y violador de derechos para unos, héroe y pacificador para otros, pues el cineasta neoyorkino Charlie Minn narrará su paso de teniente del Ejército a azote de los narcos, hasta el atentado que sufrió afuera de una casa de cambio el pasado 8 de mayo, el cual lo dejó en silla de ruedas, y por el que acusa directamente al jefe policiaco juarense Jesús Antonio Reyes, quien se negó a responder a las acusaciones. ¿Cómo le caerá esta peli al candidato ‘Teto’?