Cien años después del nacimiento de Nelson Mandela, Sudáfrica rinde homenaje este miércoles a este ícono de la lucha contra el apartheid con una marcha simbólica encabezada por su viuda, Graça Machel, y un foro organizado por el expresidente estadunidense Barack Obama.
Cada año, el «Mandela Day», que marca el nacimiento el 18 de julio de 1918 de «Madiba», el apodo del dirigente sudafricano, se celebra en todo el mundo. «Actúen, inspírense en el cambio, hagan de cada día un Día Mandela», exhorta la fundación que lleva su nombre.
El martes, en un discurso en un estadio de Johannesburgo ante 15 mil personas, en el punto culminante de las celebraciones en homenaje a «Madiba», Barack Obama recordó «la ola de esperanza que se apoderó del mundo» tras la liberación de Mandela el 2 de febrero de 1990, después de estar 27 años recluido.
Cuatro años después, sin derrame sangre tras décadas de un régimen racista blanco, Mandela se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica, cargo que ocupó hasta 1999.
«Gracias a su sacrificio y a su firme liderazgo, y quizás todavía más a su ejemplo moral, Mandela (…) personalizó las aspiraciones de las personas desfavorecidas», lanzó Barack Obama en un emocionante homenaje a un «gigante de la Historia».
«Nos muestra a nosotros, que creemos en la libertad y la democracia, que tendremos que luchar todavía más para reducir la pobreza», añadió.
Sudáfrica, primera potencia industrial del continente africano, es actualmente el país menos igualitario del mundo, según el Banco Mundial.
Todo el país se puso a homenajear a Mandela con espectáculos, exposiciones, torneos deportivos y publicación de libros. Su rostro sonriente ilustra también los nuevos billetes.
Graça Machel, tercera y última esposa de Nelson Mandela, fallecido en 2013, encabezará el miércoles una marcha en Johannesburgo hasta la Corte Constitucional, un lugar altamente simbólico, sinónimo de la llegada de la democracia en Sudáfrica en 1994.
Por su parte, Barack Obama hablará delante de unos 200 jóvenes que participan en una formación sobre el liderazgo organizada por su fundación en Johannesburgo.
La víspera, el exmandatario denunció un mundo sumido en una «época incierta y extraña», en un discurso repleto de ataques velados a su sucesor, Donald Trump.
Alertó contra los políticos «autoritarios» que recurren a «la política del miedo» y «sólo mienten». Y también criticó a los políticos de niegan el cambio climático.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.