A días del inicio de la campaña por la Presidencia de la República, al cabo de meses de desgaste que tienen “desquiciada” la vida interna del PAN –la que controla el candidato presidencial Ricardo Anaya–, hay también “una suerte de depresión colectiva” en la militancia, alerta Roberto Gil Zuarth.
–Ante esto, ¿puede Anaya ganar la Presidencia?
–¡Está obligado a ganar la Presidencia!
–¿Qué quiere decir?
–Si ya comprometió la viabilidad del PAN y si ya se impuso en todo y a todos, ahora tiene un doble deber de ganar. Porque si no gana, va a pasar a la historia no sólo como un candidato derrotado, sino como el que echó a perder una parte de la vida histórica del PAN.
El “doble deber” de ganar, añade, obedece a que el PAN y los panistas han hecho sacrificios para que Anaya sea candidato presidencial, con toda la pérdida de identidad, de prácticas democráticas y de renuncias de liderazgos en todo el país.
“Lo digo con mucha claridad: si todo lo que ha pasado, todo lo que se ha hecho, todo lo que nos ha costado, todas las personas que se han ido, es sólo para una candidatura testimonial a la Presidencia de la República, es un doble fracaso, con una profunda mezquindad”.
Senador con licencia, Gil Zuarth fue el primero que, en 2015, “destapó” a Anaya como aspirante a presidir el PAN, porque “confiaba plenamente en que iba a ser un presidente auténticamente transformador del partido”.
Pero se equivocó: “Nunca quiso ser Ricardo presidente del PAN. Lo que quería era ser candidato a la Presidencia y ahí está la mayor parte de la explicación de lo que hoy nos tiene aquí y nos tiene como estamos. Desquició la vida interna por su ambición de ser candidato”.
Fuente: Proceso