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Sujetos abren fuego durante fiesta que era trasmitida en vivo en Veracruz; hay 6 muertos

Al menos seis personas murieron, entre ellos un presunto jefe de plaza del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), durante un ataque armado a un salón de fiestas en el municipio de Tierra Blanca, Veracruz.

De acuerdo con los reportes, uno de las víctimas sería Francisco Navarrete Serna, presunto líder del CJNG, quien además estaría vinculado a la desaparición forzada de cinco jóvenes de Playa Vicente, en 2016.

El ataque ocurrió mientras Navarrete Serna transmitía un concierto en vivo, desde el salón YemanYa, localizado en la colina Segundo Verde.

En un video que circulo en redes sociales se ve a los integrantes de una agrupación alistarse para interpretar una canción, cuando un disparo al exterior del salón los sorprende.

Segundos después, Navarrete Serna saca de su pantalón un arma, mientras el sonido de los balazos llena la escena.

Cuando asomó la cara, ráfagas de plomo le cayeron por todos lados. Su cuerpo recibió mas de 50 balazos. Apenas y pudo hacer el intento de disparar. Murió al instante.

El supuesto líder de plaza del CJNG recientemente había inaugurado un periódico llamado El Sol de Tierra Blanca.

Navarrete Serna fue emboscado en su propio territorio. Había organizado un evento con el grupo musical “La Calle”, mismo que transmitía en vivo a través de la red social facebook en donde pedían a la población que solicitaran canciones a través de llamar al periódico.

Entre las personas asesinadas hay integrantes del grupo musical La Calle; además, confirmaron reporteros de la región, uno de los heridos trabaja como escolta en el congreso de Veracruz.

En 2016, Francisco Navarrete, su hijo Francisco Navarrete Abraham y un presunto lugarteniente, Junior Alarcón, fueron imputados por delincuencia organizada bajo la causa penal 45/2016 y ligados a la desaparición forzada de cinco jóvenes originarios de Playa Vicente, cometida el 11 de enero de 2016, durante el gobierno de Javier Duarte.

Pero el 3 de agosto de 2019, los tres salieron del penal de máxima seguridad de Gómez Palacio en Durango, a causa de errores cometidos por la entonces Procuraduría General de la República, hoy Fiscalía General de la República (FGR).

“El primo” es mencionado en dos declaraciones ministeriales -a las cuales E-Consulta Veracruz tuvo acceso- como líder del CJNG. Presuntamente fungía como un enlace de la Secretaría de Marina y coordinaba crímenes de lesa humanidad con el entonces subdelegado de la Secretaría de Seguridad Pública, Marcos Conde.

onde y otros siete expolicías estatales de Veracruz permanecen presos por la desaparición forzada de los cinco jóvenes de Playa Vicente. Las víctimas son Susana Tapia Garibo, Bernardo Benítez Arroniz, José Benítez de la O, José Alfredo González Díaz y Mario Arturo Orozco Sánchez. Los jóvenes habrían sido torturados y asesinados en el rancho El Limón, predio que también fue ligado a Francisco Navarrete.

Pese a estas imputaciones, a Navarrete un juez federal le concedió el amparo 11/2018, confirmado por un tribunal de alzada. El argumento fue que hubo una investigación deficiente de la Procuraduría General de la República (PGR), que duplicó declaraciones (pruebas) en los juicios por delincuencia organizada y desaparición forzada, en vez de haber usado elementos independientes en cada uno de los procesos judiciales, el primero del fuero federal y el segundo del fuero local.

Fuente: SinEmbargo

Opinión

León. Por Raúl Saucedo

La estrategia de la supervivencia

El pontificado de León XIII se desplegó en un tablero político europeo en ebullición. La unificación italiana, que culminó con la pérdida de los Estados Pontificios, dejó una herida abierta.

Lejos de replegarse, León XIII orquestó una diplomacia sutil y multifacética. Buscó alianzas —incluso improbables— para defender los intereses de la Iglesia. Su acercamiento a la Alemania de Bismarck, por ejemplo, fue un movimiento pragmático para contrarrestar la influencia de la Tercera República Francesa, percibida como hostil.

Rerum Novarum no fue solo un documento social, sino una intervención política estratégica. Al ofrecer una alternativa al socialismo marxista y al liberalismo salvaje, León XIII buscó ganar influencia entre la creciente clase obrera, producto de la Revolución Industrial. La Iglesia se posicionó como mediadora, un actor crucial en la resolución de la “cuestión social”. Su llamado a la justicia y la equidad resonó más allá de los círculos católicos, influyendo en la legislación laboral de varios países.

León XIII comprendió el poder de la prensa y de la opinión pública. Fomentó la creación de periódicos y revistas católicas, con el objetivo de influir en el debate público. Su apertura a la investigación histórica, al permitir el acceso a los archivos vaticanos, también fue un movimiento político, orientado a proyectar una imagen de la Iglesia como defensora de la verdad y del conocimiento.

Ahora, trasladémonos al siglo XXI. Un nuevo papa —León XIV— se enfrentaría a un panorama político global fragmentado y polarizado. La crisis de la democracia liberal, el auge de los populismos y el resurgimiento de los nacionalismos plantean desafíos inéditos.

El Vaticano, como actor global en un mundo multipolar, debería —bajo el liderazgo de León XIV— navegar las relaciones con potencias emergentes como China e India, sin descuidar el diálogo con Estados Unidos y Europa. La diplomacia vaticana podría desempeñar un papel crucial en la mediación de conflictos regionales, como la situación en Ucrania o las tensiones en Medio Oriente.

La nueva “cuestión social”: la desigualdad económica, exacerbada por la globalización y la automatización, exige una respuesta política. Un León XIV podría abogar por un nuevo pacto social que garantice derechos laborales, acceso a la educación y a la salud, y una distribución más justa de la riqueza. Su voz podría influir en el debate sobre la renta básica universal, la tributación de las grandes corporaciones y la regulación de la economía digital.

La ética en la era digital: la desinformación, la manipulación algorítmica y la vigilancia masiva representan serias amenazas para la democracia y los derechos humanos. León XIV podría liderar un debate global sobre la ética de la inteligencia artificial, la protección de la privacidad y el uso responsable de las redes sociales. Podría abogar por una gobernanza democrática de la tecnología, que priorice el bien común sobre los intereses privados.

El futuro de la Unión Europea: con la disminución de la fe en Europa, el papel del Vaticano se vuelve más complejo en la política continental. León XIV podría ser un actor clave en la promoción de los valores fundacionales de la Unión, y contribuir a dar forma a un futuro donde la fe y la razón trabajen juntas.

Un León XIV, por lo tanto, necesitaría ser un estratega político astuto, un líder moral visionario y un comunicador eficaz. Su misión sería conducir a la Iglesia —y al mundo— a través de un período de profunda incertidumbre, defendiendo la dignidad humana, la justicia social y la paz global.

Para algunos, el nombramiento de un nuevo papa puede significar la renovación de su fe; para otros, un evento geopolítico que suma un nuevo actor a la mesa de este mundo surrealista.

@Raul_Saucedo

[email protected]

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