La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) extendió hasta el 31 de marzo del 2021 la suspensión presencial de todo tipo de reuniones académicas, de difusión y culturales, como cursos, conferencias, congresos, seminarios, mesas redondas y talleres, entre otros, en instituciones del extranjero.
También quedan interrumpidas las visitas de intercambio académico internacional y la recepción de visitantes para la realización de estancias académicas o de investigación.
Además, tampoco se autorizará ningún tipo de apoyo económico institucional para movilidad –viáticos, pasajes terrestres o aéreos, inscripciones, entre otros–, ya sea a cuenta de ingresos ordinarios o extraordinarios, para comisiones, licencias académicas, permisos, estancias académicas o de investigación, ni para recibir a académicas o académicos visitantes.
Tales medidas responden a la necesidad de prevenir la propagación de la pandemia entre la comunidad universitaria, según se establece en el acuerdo emitido por el rector Enrique Graue Wiechers.
“En atención a las medidas necesarias que se requiere tomar para proteger a la comunidad universitaria de la pandemia que afecta al país, la Universidad Nacional Autónoma de México en pleno ejercicio de su autonomía realiza las acciones necesarias para ayudar a prevenir y controlar dicha pandemia”, puntualiza el documento.
Por lo pronto, mientras dure la contingencia la administración central de la UNAM, las entidades académicas y dependencias universitarias, en el ámbito de su competencia y conforme a la disponibilidad presupuestal, procurarán efectuar actividades académicas y culturales a distancia o vía remota.
La realización de trabajos y prácticas de campo o estancias académicas dentro del territorio nacional, aclara, se autorizará una vez que se evalúen los riesgos para quienes pudieran asistir en cada uno de los casos solicitados, previa evaluación por las entidades académicas.
Se trata, puntualiza, de acciones emergentes que protegen la salud de todas las personas que integran la comunidad universitaria y del público en general que acude cotidianamente a las instalaciones universitarias, ante el grave riesgo que representa la enfermedad que causa el virus SARS-CoV-2 (COVID-19).
Fuente: Proceso