Tomar agua es bueno para la salud, pero consumirla en exceso como sustituto de los nutrientes que contienen los alimentos puede ocasionar alteraciones en la función normal del cuerpo, afirmó la Jefatura de Servicios Médicos de la Delegación Estatal del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Chihuahua.
A través de la Coordinación Delegacional de Salud Pública afirmó que el consumo excesivo del vital líquido puede traer pérdida del estado de alerta, daño cerebral irreversible y descompensación de algunas funciones importantes del cuerpo por falta de ingesta de glucosa, así como pérdida de minerales en el organismo.
Por lo tanto, indicó, es importante conocer las necesidades de ingesta de líquidos de acuerdo a la edad, peso, talla, actividades que se realizan y enfermedades preexistentes.
El tomar agua debe variar de acuerdo a las condiciones del clima, ya que éste influye en la evaporación del agua corporal y por lo tanto en su reposición. La premisa es: “entre más calor más agua; entre menos calor menos agua”
No existe una medida exacta sobre la cantidad de agua que se debe tomar. Esto varía de acuerdo a cada persona y si esta padece alguna enfermedad que le condiciona restricción de líquidos.
En los adultos lo recomendable es que sea de alrededor de un litro y medio por día; sin embargo, debe tomarse en cuenta que las frutas, verduras y alimentos que se consumen llevan ya incluida una cantidad considerable de liquido.
Consumir agua en exceso ocasiona orinar con más frecuencia y como resultado existe pérdida de electrolitos como el sodio, potasio y magnesio necesarios para mantener funciones orgánicas
La pérdida de magnesio en el cuerpo puede afectar a la actividad cerebral y la contracción muscular; así como, la falta de potasio puede ocasionar alteración de la función cardiaca.
En resumen: tomar agua en cantidades exageradas, no garantiza bajar de peso y conservarse un estado saludable.
Finalmente, el Seguro Social exhortó a sus derechohabientes a no caer en los excesos y mejor acudir a su Unidad de Medicina Familiar (UMF) a consulta con su médico familiar, quien los derivará al área correspondiente, donde se les asesorará sobre una buena alimentación que no ponga en riesgo su salud.