Morderse las uñas, ya sea por ansiedad o nervios, es un mal hábito muy común entre la gente, sin embargo, de acuerdo con el coordinador de Hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) delegación Estado de México Oriente, Carlos Fernando Ramírez Aboites, podría llevarte a la muerte.
Este mal hábito, conocido clínicamente como onicofagia, propicia que las bacterias ingresen al estómago y generen, en el menor de los casos, problemas estomacales, sin embargo, debajo de la superficie de las uñas es común que queden enterradas bacterias y oxiuros provenientes del ano, los cuales podrían generar un cuadro de sepsis.
La sepsis, de acuerdo con el National Institute of General Medical Sciences es una afección médica grave, causada por una respuesta inmunitaria fulminante a una infección; el cuerpo libera sustancias químicas inmunitarias en la sangre para combatir la infección y estas desencadenan una inflamación generalizada, la cual produce coágulos de sangre, fugas en los vasos sanguíneos e incluso los órganos pueden dejar de funcionar.
Al principio los síntomas de este padecimiento pudieran confundirse con una gripe, pero posteriormente consisten en fiebre, aceleración al respirar, mareos, diarrea y moretones repentinos en la piel.
Por otra parte, comerse las uñas provoca malformaciones en los dientes y en la manera de morder, debilita el esmalte y ocasiona la pérdida de crecimiento de la uña, eventualmente los dedos se ensanchan y con el pasos de los años estos se deforman.
“El mordedor compulsivo de uñas puede estar tentado a comer no solo éstas, sino también la cutícula y la piel de alrededor, conocida también como padrastros, lo que provoca heridas a través de las cuales pueden sufrir infecciones oportunistas”, señaló el especialista.
Asimismo, Ramírez Aboites agregó que los dientes más afectados suelen ser los incisivos, pero también puede provocar alteraciones en la mandíbula, dolor en el cuello y en la cara y ruidos articulares.
Por si fuera poco, los restos de las uñas carcomidas tienden a incrustarse en las encías, lo cual provoca gingivitis (inflamación) y verrugas periungueales, alrededor o debajo de los dedos, las cuales también podrían presentarse como síntoma del virus del papiloma humano.
Por último, Carlos Fernando Ramírez mencionó que ya se han documentado casos de sepsis por comerse las uñas, pues en Reino Unido un hombre de 28 años casi pierde la vida al ingerir padrastros, como habitualmente lo hacía. Gracias a una atención oportuna pudo recuperarse, pero es importante evitar continuar con este mal hábito para no poner tu vida y tu salud en riesgo.
Fuente: La Verdad