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México

Tenancingo, cuna de los padrotes y la explotación sexual

Durante años, Karla Jacinto, una mexicana de 25 años de rizos negros y ojos vivaces, y Mario Hidalgo, de 39, un hombre con tatuajes de mujeres sometidas en sus fornidos brazos, fueron antagonistas en el rampante mundo de la explotación sexual.

Ella, obligada a prostituirse de los 12 a los 16 años, y él, proxeneta durante una década.

A Karla la engancharon en un tiempo en que amaba «patinar, el hip hop y rapear» para olvidar a su madre violenta que a menudo la echaba de casa.

Un día, en el metro de Ciudad de México, se le acercó quien sería su explotador. Haciéndose pasar por un joven igualmente desafortunado, le regaló un caramelo y la charla terminó con un abrazo que para ella fue el «más sincero y honesto» de su vida.

Prometiéndole matrimonio, la llevó a un pueblo de Tlaxcala, cercano al municipio de Tenancingo, «cuna de los padrotes», donde los niños sueñan con ser proxenetas.

La trataron como «princesa» durante tres meses; paseaba en autos de lujo y convivía con los dueños de enormes casas, celebrando que serían «familia» una vez que se casara.

Pero todo cambió de repente. El primer día que su captor la obligó a prostituirse, a golpes y amenazando de muerte a su familia, debió complacer a «más de 30 hombres».

«Hombres que vieron las lágrimas que me salían por los ojos. Gritaba que ya me dejaran en paz, gritaba que ‘ya por favor’ y cerraba los ojos», rememora Karla.

Cuando no cumplía con la cuota, «me pegaba con unas botas texanas de punta. Tres veces casi me mata. Me llegó a quemar con una plancha».

Karla es ahora activista y da charlas en escuelas para crear conciencia en niñas y adolescentes y colabora con la organización Comisión Unidos contra la Trata.

– Amor eterno como carnada –

Los blancos más fáciles «son chicas carentes de amor, vulnerables», y la promesa de romance eterno es la carnada, dice Mario apretándose las manos.

Aprendió a «padrotear» con un proxeneta de Tenancingo al que conoció en La Merced, un corredor de prostitución de Ciudad de México.

Empezó a los 17 años limpiando una casa de citas y dos años después ya había enganchado a sus primeras víctimas. Pronto reclutó a otros dos hombres, a su hermano y hasta a su madre, que también fue víctima de explotadores sexuales.

La familia acabó siendo detenida en julio de 2003 y todos ellos pasaron 11 años en prisión, de donde salieron convertidos en cristianos.

En su diminuta casa del Estado de México, cuenta que, al ver cómo su madre era golpeada y explotada, creció creyendo «que la mujer no tiene valor».

Así, normalizó la violencia hacia las mujeres. «Procuraba no pegarles ni en la cara ni en las piernas. Les pegaba, cruel, en la espalda, en las nalgas, les llegué a dar ‘toques’ (electrocutarlas)», describe entre silencios y suspiros.

Durante su encierro sus dos hermanas fueron prostituidas. Mario quiere borrarse los tatuajes que le recuerdan su pasado.

– «Ciudad amurallada» –

El hermano de Mario, Jesús Hidalgo, comentó que llegaron a explotar a una veintena de mujeres. Cada una podía ganar hasta 7 mil pesos diarios.

Con tales ingresos, poderosos proxenetas, que explotan a sus víctimas en varios estados de México, pero también en Estados Unidos y otros países, han amurallado virtualmente la ciudad de la que, según autoridades, la mayoría son nativos: Tenancingo.

Un equipo de reporteros intentó entrar a Tenancingo escoltado por fuerzas de seguridad, pero los agentes recomendaron pasar solo por la avenida principal sin detener la marcha, porque se corre el riesgo de que los habitantes toquen las campanas de la iglesia. Su tañer, que antaño anunciaba grandes eventos, hoy convoca a linchamientos.

En la avenida contrastan humildes casas de tabiques grises con mansiones de hasta cuatro pisos con techos de teja, saturados de remates en puntas y pintadas de colores chillones. Son los palacetes con que los padrotes exhiben su poder y deslumbran a sus víctimas, dicen los policías.

Juana Camila Bautista, fiscal de Trata de Personas de la capital mexicana, dijo que, como el narcotráfico, este delito «reditúa grandes beneficios económicos».

«Se erradican bandas pero de inmediato surge el mismo número o mayor», afirmó Bautista, y agregó que es el segundo delito más lucrativo en México después del tráfico de drogas.

La ley general contra la trata de 2012 impone penas de cinco a 30 años de prisión, pero «la complicidad de las autoridades siguió siendo un grave problema», denunció el Departamento de Estado estadounidense en un informe de 2017.

MVS

México

Pone ‘El Mayo’ ultimátum: me repatrian o el colapso

Ismael «El Mayo» Zambada, líder de Cártel de Sinaloa, exigió al Gobierno de México que reclame a Estados Unidos su repatriación porque, de no hacerlo, la relación entre los dos países sufrirá un «colapso».

Juan Manuel Delgado González, asesor jurídico de Zambada en México, confirmó que la petición fue presentado ayer en el Consulado General de México en Nueva York un escrito al que tuvo acceso Grupo Reforma y donde Zambada exige que lo defienda el gobierno.

Debe intervenir (el gobierno) a fin de que el presente asunto no resulte en un colapso en la relación bilateral entre ambos países, puesto que no se debe de perder de vista la irregular e ilegal manera en que el suscrito fui puesto a disposición de las autoridades de los Estados Unidos de América».

En julio del 2024, Zambada fue engañado por Joaquín Guzmán López, hijo de «El Chapo» Guzmán, fue secuestrado para llevarlo a Texas donde enfrenta cargos por delincuencia organizada, homicidio, narcotráfico en gran escala y lavado de dinero, entre otros.

En la solicitud de asistencia consular, el capo señala que si no se interviene en favor de sus derechos, políticos y funcionarios mexicanos también pueden ser secuestrados y trasladados ilegalmente al país vecino.

Por lo anterior, expresa que la respuesta del Estado mexicano «no es opcional», porque tiene la obligación ineludible de defenderlo.

«Si el Gobierno de México no actúa, el suscrito seré condenado a pena de muerte sin lugar a ninguna duda y además esto constituirá un precedente peligroso que permitiría que en cualquier momento cualquier gobierno extranjero pudiera de manera impune violentar nuestro territorio y soberanía, interviniendo para la detención de cualquier persona, incluso políticos o funcionarios del Gobierno, para ser trasladados a la jurisdicción norteamericana sin que nada suceda», manifiesta.

«Exijo y demando que el Estado mexicano cumpla con su obligación ineludible de intervenir de manera inmediata, contundente y sin margen de discrecionalidad para exigir formalmente a los Estados Unidos de América garantías y seguridades absolutas, plenas, vinculantes e irrevocables de que no se me impondrá ni se ejecutará la pena de muerte en su jurisdicción. Esta exigencia no es opcional, ni puede ser interpretada como una cuestión de oportunidad política o diplomática».

El documento firmado por Zambada advierte que, de no haber una exigencia categórica y formal de sus garantías, «constituiría una traición al sistema jurídico mexicano» y al deber del Estado de garantizar la seguridad de sus ciudadanos, sin excepción alguna.

«En este contexto, en cuanto hace a mi asunto en particular, resulta una obligación del Estado Mexicano: presentar una protesta formal ante las autoridades estadounidenses, señalando la violación del Tratado (de México y Estados Unidos para prohibir los secuestros transfronterizos) y exigiendo el respeto a la soberanía mexicana y al debido proceso legal», señala.

Solicitar la repatriación inmediata de mi persona, argumentando que mi traslado fue ilegal y que cualquier proceso judicial en mi contra debe llevarse a cabo en México, conforme a las leyes nacionales y los acuerdos internacionales vigentes».

En una parte de su escrito, el líder del Cártel de Sinaloa requiere al Gobierno de México para que pida a los estadounidenses un informe detallado de las circunstancias de su secuestro y traslado, identificando quiénes permitieron su entrada a la Unión Americana y bajo qué base legal.

También, que le informen la identidad de las personas involucradas en su traslado, tanto del lado estadounidense como del lado mexicano.

La razón por la que alega que el Gobierno federal debe exigir la cancelación del proceso al que está sometido en Nueva York, es precisamente porque el procedimiento tiene como origen su secuestro y traslado ilegal a la Unión Americana.

«Esta exigencia no es una cuestión discrecional ni sujeta a consideraciones políticas o diplomáticas», dice.

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