El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a través de la Delegación Chihuahua, recuerda a la derechohabiencia la importancia de evitar problemas de salud que podrían generarse por el consumo de mariscos, en el próximo inicio de la temporada de cuaresma.
La doctora Brenda Ramírez Vega, coordinadora de Salud Pública del Seguro Social, señaló que el consumo de estos alimentos suele relacionarse con infecciones ocasionadas por salmonelosis y padecimientos que se caracterizan por síntomas como diarrea, náusea, vómito, fiebre y dolores abdominales. Aparecen comúnmente entre las 10 o 24 horas después del consumo del alimento contaminado.
Otro padecimiento relacionado por el consumo de productos del mar son las reacciones alérgicas de los crustáceos y los moluscos como almejas, mejillón camarón, cangrejo, pulpo y langosta entre otros, debido a que contienen proteínas a las cuales algunas personas son hipersensibles.
La doctora Ramírez Vega indicó que las principales manifestaciones son “prurito” que se refiere a picor que se siente en una parte del cuerpo o en todo él y que provoca la necesidad o el deseo de rascarse, inflamación de boca y garganta, dolores abdominales, diarrea y vómito. Aparición de ronchas en distintas partes del cuerpo y en casos graves se puede presentar coloración azul en la piel, baja presión arterial, pérdida de la conciencia y obstrucción de las vías respiratorias por la inflamación.
Ante cualquier reacción adversa por el consumo de estos alimentos, la doctora Ramírez Vega recomendó acudir a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) de adscripción para que el médico valore la gravedad de la intoxicación y determine si es alguna reacción alérgica o infección bacteriana. Sólo él podrá prescribir el medicamento y en casos severos controlar la crisis a tiempo, pues la obstrucción de las vías respiratorias puede producir una asfixia.
La especialista indicó que siempre se debe mantener estricta higiene al manejar y preparar este grupo de alimentos, así como guardar las condiciones de almacenamiento correctas, ya que estos productos se descomponen con facilidad sumada al tiempo y condiciones de transporte desde la costa.
De igual modo recomendó evitar comprarlos en lugares de dudosa procedencia, en la calle o donde las condiciones de refrigeración no sean las adecuadas.
Los productos del mar, dijo, son más saludables que la carne roja, ricos en proteínas, vitaminas y minerales complementarios para las funciones del cuerpo, pero como todo alimento, se deben conservar, lavar y cocinar correctamente para evitar adquirir desde una infección hasta un reacción alérgica grave.
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