Si la renuncia de Miguel Jurado a la candidatura del PAN fue un temblor, la renuncia de Antonio López pinta para ser un terremoto de grandísimas proporciones.
López no se escudó en “una candidatura ciudadana” como el parralense, sino que, simplemente, dijo que no había apoyo de su partido y, por tanto, las posibilidades de triunfar eran nulas. Así ni a qué le tire.
Esto resulta paradójico, pues López se impuso a varios aspirantes que querían ese huesito, y apenas lo tuvo, le hizo el feo. Ahora ni sus feisbuqueras frases de superación y perseverancia le dieron ánimos para continuar con la estafeta.
Cierto es que Toño no era el favorito de los panistas, de hecho no lo es nadie, pues las pugnas internas prometen dinamitar cualquier proyecto, aún el del candidato mejor posicionado y, hasta donde parece, el único capaz de representar una amenaza para la hegemonía priísta en la capital.
Las demás plazas del estado están prácticamente aseguradas para el PRI: En Juárez el PAN aspira cuando mucho a ganar en el Distrito III, Cuauhtémoc está casi perdida y Delicias podría ser su última esperanza, si no les renuncian.
Así, el PAN aún no se recuperaba del abandono de Jurado, cuando perdió a otra de sus, muy escasas, cartas fuertes ¿quién los relevará?
Pasando a otros temas, el gobernador César Duarte le arruinó el fin de semana largo a sus funcionarios, pues les arruinó el domingo con la toma de protesta de Jesús Velázquez a la dirigencia de la Confederación Nacional Campesina, la cual, dijo, requería de un liderazgo renovado, y que mejor que un hombre del campo.
“A Chuy lo conocí de guaraches gestionando la electrificación de su comunidad: a él lo ha distinguido su gran tesón, un gran ánimo y la aspiración constante de no renunciar a apoyar a los suyos, por eso, su llegada refresca el liderazgo de la CNC”, dijo el mandatario.
El saliente, Abraham Montes, se limitó a agradecer el apoyo del mandatario y a adelantar que el Gobierno de la República tiene prometidos varios apoyos para el campo y a hablar de sus escasos resultados.
Pero la desmañanada y el haberse perdido “En Familia con Chabelo”, no fue lo peor. El mandatario advirtió, allí mismo, que durante esta semana habría profundos cambios en la estructura gubernamental. El aviso fue en general para los funcionarios estatales, pero muy particular para los comisionados del SNTE, a quienes podría acabárseles su jueguito de nada más ir a cobrar y dedicar el resto de los días a la más vil grilla.
Otros que están en la mira, son los que sin ningún descaro ocupan dos, tres y hasta cuatro lugares de la nómina, sin cumplir a cabalidad con ninguno de sus puestos.
Y ya que hablamos de Jesús Velázquez, dejó cuentas pendientes de su anterior puesto y de ello dio cuenta Liliana Álvarez, quien recién fue relevada con Liz Aguilera, quien deberá ser el azote de los funcionarios mañosos, muchos de los cuales presumen su amistad con el gobernador, como si fuera una licencia para robar. A ver cómo les va.
A quienes también se les llegó su plazo fue a los abogados laboristas, quienes deberán actualizarse y entrarle a los juicios orales que comenzarán a operar hoy, en Parral, a fin de acortar su resolución de entre uno y dos años, a solo 90 días.
Así, se acabará el “agosto” de los “coyotes” que deambulan por las salas laborales, en busca de juicios fáciles que amañar para sacarle hasta el último centavo posible a desprevenidos microempresarios.
Aunque lo pareciera, el hecho de iniciar en Parral no es un capricho del mandatario, sino una decisión acertada, pues el sistema oral está en fase de prueba, y es mucho más fácil resolverlos en una junta pequeña como la parralense, que en una de las principales ciudades.
Del que no se han olvidado es del vapuleado ex director de la Facultad de Contaduría y Administración de la UACH, Alfredo de la Torre, quien podría recibir una sobadita después de la paliza política y mediática que recibió. Podría ser una delegación federal o los Servicios Educativos del Estado, lo que sea que lo mantenga lejos de la Universidad, donde, pese a todo, podría reorganizar sus fuerzas y seguir representando una amenaza para cuando llegue la hora de relevar al rector.
Para cerrar con una buena noticia, el trabajo del alcalde Marco Adán Quezada podría ser reconocido nada menos que con una visita del presidente Enrique Peña Nieto, quien inauguraría el puente de la Independencia, que por fin está funcionando tras atroces y prolongados dolores de parto. Al rato vemos, le dijeron a Marco y a Duarte, quien también tiene su mérito.
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